Carlos, el cuidador de la casa de Máxima en La Angostura: «Te hundís», así es la remota zona de Chile donde lo buscan

La búsqueda de Carlos Ancapichun se concentra en un predio selvático de 700 hectáreas en Puyehue. Su padre también desapareció en circunstancias similares en 1950.

Carlos Ancapichun tiene 76 años, vive en Villa La Angostura y es el cuidador de una casa ubicada en el exclusivo barrio Cumelén, donde suele alojarse la reina Máxima de los Países Bajos. El pasado 13 de junio cruzó a Chile para visitar a su familia en Entrelagos, pero nunca volvió. Desde entonces, nada se sabe de él. Su camioneta fue hallada cerrada en un predio selvático de la región, con las botas y la ropa de campo adentro, lo que desató una búsqueda contrarreloj en un terreno hostil y lleno de misterios.

El lugar donde desapareció Ancapichun es el Parque Nacional Puyehue, en una zona entre el complejo Aguas Calientes y el centro de esquí Antillanca. Según los rescatistas, se trata de un entorno inhóspito: selva valdiviana, cañadones profundos, cascadas, mallines donde «te hundís».

La búsqueda está marcada por la frustración, las condiciones climáticas extremas y un dato inquietante: en 1950, el padre de Carlos desapareció en el mismo lugar, y jamás lo encontraron.

Su esposa supo que algo andaba mal cuando Carabineros de Chile la llamaron para informarle que habían hallado la camioneta de Carlos, estacionada en el campo de 700 hectáreas donde él planeaba construir una casa. Allí se dirigía después de visitar a un hermanastro en Entrelagos. Nunca volvió. Lo extraño, según su nieto Mirko Ojeda Hidalgo, es que Carlos decidió internarse en el bosque bajo una lluvia torrencial y sin despedirse. «Les dijo que volvía, pero no regresó. Hasta el lunes nadie lo buscó», contó.


«Conocía cada rincón»


Ante el pedido desesperado de la familia, la Asociación de Búsqueda y Rescate en Zonas Agrestes (BRZA), de Villa La Angostura, cruzó la frontera para sumarse al operativo. «Carlos nació y se crió ahí y su anhelo era hacer su casita ahí. Conocía muy bien el lugar«, explicó Ricardo Has, jefe del cuerpo activo.

Has, que dirigió varios rastrillajes con su equipo, describió el terreno como extremadamente complejo: «Es selva valdiviana, muy húmedo. Un lugar virgen. Lo cierto es que hay muchos cañadones, cascadas, saltos grandes, zonas de mallines en las que te hundís. El campo tiene 700 hectáreas».

Uno de los elementos más desconcertantes fue el hallazgo de la camioneta cerrada y con la ropa de trabajo intacta en su interior. «Nunca se cambió para ingresar al sector, como solía hacer. En Chile esto es muy típico», señaló Has. Un perro rastreador fue incorporado días después, pero ya era tarde: las lluvias intensas y la nieve habían contaminado el área.