UNCo: la Facultad de Lenguas y su proyecto innovador para traducir al inglés la identidad patagónica

Estudiantes y docentes de la Facultad de Lenguas de la Universidad del Comahue tradujeron una crónica que habla de lo autóctono. Un arduo trabajo para no perder el sentido de lo propio.

Había una propuesta como tantas de las que suelen armarse en la cátedra de Traducción Literaria de la Facultad de Lenguas de la Universidad Nacional del Comahue. Pero esta vez el desafío fue mayor. Un equipo de 12 estudiantes y 2 profesoras se lo puso al hombro y encaró la traducción del libro “Las manos en el barro”, de la neuquina Cecilia Rayén Guerrero Dewey, que ganó el primer premio del Concurso Crónica Patagónica, en 2024 .

El libro cuenta la historia de Luis María Ricciuto, al que en Aluminé lo llamaron “Titi”. Fue considerado por la comunidad mapuche como uno de los suyos y comenzaron a decirle “peñí».

Y ese fue el inicio del trayecto que requirió mirar la traducción a otras lenguas de manera distinta. Es que el texto no solo contiene palabras en mapuzungun, sino que también son palabras con mucha carga simbólica, afectiva, cultural, identitaria del lugar y del personaje. Y era necesario que todo ese universo no se pierda en su traducción al inglés.

“Planteamos una perspectiva activista de la traducción. La traducción es mucho más que una práctica lingüística. No es solo voy al diccionario y busco el significado. Al traducir hay miles de formas de decir lo mismo pero hay que tomar una postura. Yo voy a traducir esto de esta manera y lo voy a justificar desde este posicionamiento. Es lo que estábamos buscando y que las estudiantes se hicieran esas preguntas”, comentó Estefanía Fernández Rabanetti, una de las docentes que coordinó el proyecto.

Y en eso se enfocó este equipo. Hubo debates, muchos; propuestas y charlas con la autora de “Las manos en el barro” para saber qué quiso decir cuando dijo, qué quiso mostrar. Era buscar palabras para respetar la identidad de un pueblo, del entorno y del personaje de la crónica. Es que por ejemplo, “peñí” puede ser traducido de una manera arbitraria como hermano. Pero en la comunidad mapuche esa palabra dice mucho más y eso no se podía perder en la traducción al inglés.

Pero también estaban convencidas de respetar los localismos, es que en la Patagonia hay cosas que no significan lo mismo para otras regiones del mundo. Cómo explicarle a alguien de habla inglesa o alemana, el significado de “barda”. Por ahí fueron las estudiantes y sus docentes.

Y hubo un fin a futuro: que quien lea la crónica de Titi en inglés, pueda comprender con la mayor precisión desde qué lugar fue escrita esa historia. El objetivo era conservar la identidad. “Decidimos ir por la identidad del texto en todos los sentidos que se pudieran mantener. Fue un recorrido muy enriquecedor”, agregó la docente.

La decisión final del equipo luego de la charla con la escritora fue dejar en la traducción al inglés algunos términos en mapuzungun, pero garantizándose de que se pudiera recuperar el contexto en que fue utilizado en esa crónica.

Fernández Rabanetti fue clara en eso con la palabra matra: “Las chicas primero analizaron el contexto porque permite recuperar el sentido de una palabra al traducirla. Con la palabra ‘matra’ se hablaba de unos de los personajes que iba a una feria. En inglés agregaron la palabra tejidos pero dejaron ‘matra’ en mapuzungun. Entonces quedó matras tejidas (tejidas en inglés. Así te da la idea real de ese momento y de ese sentido”. Es todo el desafío de traducir para que la identidad no se pierda.

Las estudiantes y docentes, dueñas de un proyecto que no termina acá

Las dueñas de este proyecto fueron las estudiantes de la cátedra de Traducción Literaria de la Facultad de Lenguas son Luna Alegría, Emilia Alvarez, Camila Cisneros, Valentina Del Prete, Agustina Kaiser, Agustina Lowenberg, Lucila Paez, Luz Peralta, Gabriela Picavía, Celeste Properzi, Lucía Trovato y Valeria Tvrde. Todas ellas coordinadas por las docentes Leticia Pisani y Estefanía Fernández Rabanetti.

Las alumnas cursaron el quinto año de su carrera y hoy celebran haber superado un gran desafío. Pero la cosa no termina ahí. Desde la cátedra ya tienen entre manos y compu otros nuevas propuestas para traducir textos que relatan historias de localías, de comunidades propias de una Patagonia y una Argentina, que esperan se lean en todo el mundo.

“Tenemos algunos en vista, no me quiero adelantar pero estamos ya trabajando en eso”, dijo la profesora Estefanía Fernández Rabanetti. “Esto fue tan lindo que no podemos dejarlo pasar”, agregó.


Había una propuesta como tantas de las que suelen armarse en la cátedra de Traducción Literaria de la Facultad de Lenguas de la Universidad Nacional del Comahue. Pero esta vez el desafío fue mayor. Un equipo de 12 estudiantes y 2 profesoras se lo puso al hombro y encaró la traducción del libro “Las manos en el barro”, de la neuquina Cecilia Rayén Guerrero Dewey, que ganó el primer premio del Concurso Crónica Patagónica, en 2024 .

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