“Sociedades Intratables”
Increíblemente en el programa de Del Moro, “Intratables”, llevaron por primera vez a Luis Zamora, dirigente de Izquierda muy reconocido en todo el país. Debo decir que a Zamora lo veo desde hace más de 25 años con el mismo discurso y la misma impronta de honestidad y principios. Luis Zamora dejó a todos en un silencio casi sepulcral en cada intervención, y el programa difundía mensajes de las redes sociales que hablan de este dirigente con mucho respeto y admiración. Leyendo esos mensajes pude interpretar la incongruencia de una sociedad que admira a Luis Zamora pero vota al Pro o al FpV o a cualquier otro partido. Parece que nuestra sociedad tiene claro qué es la honestidad y qué le gustaría, pero a la hora de votar siempre lo hace con el bolsillo y la comodidad, al menos ésa es la conclusión que uno saca de los mensajes que me puse a contar, y de cada 10, al menos 7 admiraban a Zamora… ¡y en estas elecciones PASO del domingo anterior 7 de cada 10 votaron por el Pro y el 1% a Zamora! Hablan del pecado (quienes tienen alguna creencia religiosa) pero astutamente han incluido la confesión y el perdón dentro de sus dogmas, o sea que pecan, se confiesan, son perdonados, y así sucesivamente. Se puede trazar un paralelismo con la política: votan al Pro y admiran a Zamora, votan al FpV y admiran a Zamora, votan por cualquiera, menos por Zamora; y lo dicen abiertamente. Es que genéticamente el ser humano sabe qué lo destruye, cada célula de nuestro cuerpo tiene una historia de millones de años y una memoria imposible de borrar, pero esa destrucción a la que el ser humano parece apostar una y otra vez resulta hasta placentera en términos de su vida diaria. Gandhi, Mandela… podríamos hacer una gran lista de notables que han marcado a la historia reciente del ser humano en estos últimos 150 años, y para atrás podríamos hacer otra larga lista, pero al final decidimos tomar atajos, y definitivamente sabemos que ése no es el camino; y no hablo en términos políticos, sino en los estrictamente sociales o de superación de la especie humana. Zamora nos hace reflexionar sobre nuestro comportamiento, nuestras debilidades, pero también habla de nuestras fortalezas y de cómo le esquivamos al compromiso por el otro cada vez que “nuestra forma de vida” se puede ver amenazada. Él plantea hechos fácticos como que 3.000 millones de personas ganan en conjunto lo mismo que el 1% de esos 3.000 millones de seres humanos. Nosotros pertenecemos a esos 3.000 millones de personas y nuestros trabajos ayudan a retroalimentar a ese 1%, y sin embargo nunca votaremos a Zamora porque la realidad indica que todo el mundo posee sociedades intratables y cómodas. Salvo que les vengan a tocar a su propia puerta y ese día sean por un escaso y corto tiempo “circunstanciales revolucionarios”, seguirán diciendo que Zamora es el mejor y con eso borrarán su culpa de votar a cualquiera, menos al que dicen admirar. Jorge L. Fernández Avello DNI 12.862.056 Bariloche
Jorge L. Fernández Avello DNI 12.862.056 Bariloche
Increíblemente en el programa de Del Moro, “Intratables”, llevaron por primera vez a Luis Zamora, dirigente de Izquierda muy reconocido en todo el país. Debo decir que a Zamora lo veo desde hace más de 25 años con el mismo discurso y la misma impronta de honestidad y principios. Luis Zamora dejó a todos en un silencio casi sepulcral en cada intervención, y el programa difundía mensajes de las redes sociales que hablan de este dirigente con mucho respeto y admiración. Leyendo esos mensajes pude interpretar la incongruencia de una sociedad que admira a Luis Zamora pero vota al Pro o al FpV o a cualquier otro partido. Parece que nuestra sociedad tiene claro qué es la honestidad y qué le gustaría, pero a la hora de votar siempre lo hace con el bolsillo y la comodidad, al menos ésa es la conclusión que uno saca de los mensajes que me puse a contar, y de cada 10, al menos 7 admiraban a Zamora... ¡y en estas elecciones PASO del domingo anterior 7 de cada 10 votaron por el Pro y el 1% a Zamora! Hablan del pecado (quienes tienen alguna creencia religiosa) pero astutamente han incluido la confesión y el perdón dentro de sus dogmas, o sea que pecan, se confiesan, son perdonados, y así sucesivamente. Se puede trazar un paralelismo con la política: votan al Pro y admiran a Zamora, votan al FpV y admiran a Zamora, votan por cualquiera, menos por Zamora; y lo dicen abiertamente. Es que genéticamente el ser humano sabe qué lo destruye, cada célula de nuestro cuerpo tiene una historia de millones de años y una memoria imposible de borrar, pero esa destrucción a la que el ser humano parece apostar una y otra vez resulta hasta placentera en términos de su vida diaria. Gandhi, Mandela... podríamos hacer una gran lista de notables que han marcado a la historia reciente del ser humano en estos últimos 150 años, y para atrás podríamos hacer otra larga lista, pero al final decidimos tomar atajos, y definitivamente sabemos que ése no es el camino; y no hablo en términos políticos, sino en los estrictamente sociales o de superación de la especie humana. Zamora nos hace reflexionar sobre nuestro comportamiento, nuestras debilidades, pero también habla de nuestras fortalezas y de cómo le esquivamos al compromiso por el otro cada vez que “nuestra forma de vida” se puede ver amenazada. Él plantea hechos fácticos como que 3.000 millones de personas ganan en conjunto lo mismo que el 1% de esos 3.000 millones de seres humanos. Nosotros pertenecemos a esos 3.000 millones de personas y nuestros trabajos ayudan a retroalimentar a ese 1%, y sin embargo nunca votaremos a Zamora porque la realidad indica que todo el mundo posee sociedades intratables y cómodas. Salvo que les vengan a tocar a su propia puerta y ese día sean por un escaso y corto tiempo “circunstanciales revolucionarios”, seguirán diciendo que Zamora es el mejor y con eso borrarán su culpa de votar a cualquiera, menos al que dicen admirar. Jorge L. Fernández Avello DNI 12.862.056 Bariloche
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