Soy leyenda

Como en mosca no tiene rivales, Omar Narváez ahora hace historia en supermosca. En el Luna Park retuvo el título por tercera vez consecutiva.

La leyenda de Omar Narváez en el boxeo argentino se agiganta a cada pelea. Rey indiscutido de los mosca, ahora sus desafíos pasan por demostrar todo su potencial en otra categoría. Y el Luna Park fue testigo de la tercera defensa del título mundial de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en supermosca. No es la categoría donde se siente más cómodo y eso quedó claro porque enfrente tuvo al colombiano William Urina, un retador que le hizo las cosas bastante complicadas. La diferencia de altura y el menor alcance de brazos le jugaron en contra, pero con mucho oficio, el chubutense se las ingenió para acortarle los espacios a su rival hasta dejarlo con pocas opciones para complicarlo. Esta vez Narváez, que ostenta el récord de defensas para un campeón mundial argentino (16), no lució como en otras veladas, pero terminó siendo superior al colombiano en una pelea que fue intensa, y se llevó el combate por puntos. Los jueces Luis Romio y Luis Doffi, de Argentina, e Ignacio Robles, de Panamá, le dieron la victoria a Narváez (51,950 kilos) por el mismo puntaje, 117-110; mientras que el árbitro puertorriqueño Roberto Ramírez le descontó un punto al colombiano (51,800) en el sexto round por reiteradas faltas, sobre todo por goles bajos. El primer capítulo fue parejo, porque los ambos estuvieron atentos y evitaron ser sorprendidos. En el segundo round el colombiano mostró su intención de atacar y buscar la hazaña, y hasta logró causarle al monarca un pequeño corte sobre la nariz. El siguiente también fue positivo para Urina, que mostró actitud y aptitud para sacar provecho de su mayor alcance de brazos. Eso sí, el colombiano abusó desde temprano de los golpes bajos, que derivaron en reproches del público y las advertencias del árbitro, que en el sexto lo sancionó con la quita de un punto. Narváez empezó a tomarle la mano a la pelea recién a partir de la cuarta vuelta, pero sin llegar a destacarse como en sus mejores noches. Es más, el gran campeón sureño recibió golpes en una cantidad inusual, producto de los riesgos que debe asumir en una división donde da ventajas físicas. Claro que igual Narváez fue superior y por su notable capacidad de estratega, por personalidad, su condición de monarca experimentado (35 años) y variedad de recursos pudo sacar adelante la pelea. Con este triunfo, ahora está en camino para una pelea unificatoria ante un rival de categoría, como pueden ser los mexicanos Hugo Cazares (campeón AMB) y Cristian Mijares (titular FIB).


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