Subsidios y balances en la educación

La reforma de la educación media en la provincia está terminando su segundo año. Arrancó en el 2017 en 94 escuelas y el 2018 fue el primer ciclo con todos los colegios secundarios estatales de Río Negro incorporados al nuevo diseño curricular y a los cambios en la estructura de cargos (salvo las técnicas y los de adultos). Los balances en esta materia son necesariamente a largo plazo, pero de todos modos hay dos datos que la ministra Mónica Silva le llevó al gobernador esta semana: la retención de estudiantes entre primero y segundo año mejoró casi un 75% y la proyección indica que en el 2019 el 93% de los que iniciaron la secundaria habrán egresado.

Luego de un inicio complicado, en el que el sindicato docente trató de impedir la toma de cargos con el argumento de que se iba camino a una flexibilización laboral con pérdida de puestos de trabajo, el proceso terminó cumpliéndose y hoy el sistema tiene más horas cátedra que en el 2016.

Las situaciones ideales que se desarrollan en un laboratorio son difíciles de replicar en una escuela real, con jóvenes de entre 12 y 18 años que provienen de clases sociales diversas. No todas las buenas intenciones de la reforma (educación por áreas, no por materias; sin horas libres y con trayectorias que no impliquen necesariamente el fracaso de repetir de año) llegaron a las aulas y los patios. Y no sólo por los profesores o los directivos, sino también por los preceptores, esa figura que se mantiene y parece cada vez más desdibujada, aunque en el régimen académico está resignificada. De hecho, la idea es que acompañen las trayectorias de los jóvenes de primero a quinto año.

Común y único

La Constitución provincial ordena que el sistema debe asegurar “el carácter común, único, gratuito, integral, científico, humanista, no dogmático y accesible a todas las personas” de la educación.

Por ahora, el Ministerio de Educación no tiene en la planificación que el carácter común y único llegue a las secundarias privadas; sólo un puñado de ellas (una de Viedma y otras de gestión social de Bariloche) se acoplaron a la reforma, que no es sólo el resultado de una política de inclusión, sino también un cambio en la forma de aprender saberes.

En Río Negro hay 56 escuelas secundarias privadas, a la que asisten 11.105 jóvenes. La mayoría, 37 de ellas, tienen subvención del Estado: desde el pago de salarios de los docentes hasta algún otro tipo de transferencia. Entre enero y octubre de este año, el Estado había destinado 627.790.965 pesos a las transferencias a la educación privada (en todos sus niveles, no sólo secundarios), un 46% más que en el mismo período del 2017.

Basta un botón

Una de estas escuelas es Estación Limay, en Cipolletti, que tenía el apoyo del intendente Aníbal Tortoriello y del gobierno provincial para que el Estado expropiara en su favor los edificios de la familia Krause donde funciona el colegio, con el argumento de que no querían renovarles el contrato de alquiler. El viernes llegaron a un acuerdo y la Legislatura se ahorró un trámite innecesario.

Hija del golpe a la clase media cipoleña de la sempiterna crisis educativa de los gobiernos radicales de Horacio Massaccesi, Pablo Verani y Miguel Saiz, esta escuela se formó como mutual en 1995. Para que un joven curse allí la secundaria hay que pagar casi 8.000 pesos por mes entre cuota y aporte social. Según se supo esta semana, la entidad recauda 40 millones de pesos por mes. El Estado tiene otras prioridades educativas como para destinar recursos a expropiar un terreno a favor de una escuela privada.

El argumento de que su cierre haría colapsar el sistema público es débil. De hecho, en el predio en disputa funcionó un tradicional colegio privado, el Krause, que desapareció sin mayores consecuencias. Algo parecido ocurrió este año con el colegio Suizo de Bariloche.

La reforma de la escuela secundaria termina su segundo año con mejoras en la retención de jóvenes y con más horas de trabajo para los docentes.

Un acuerdo de último momento permitió evitar que el Estado terminara expropiando las edificaciones y el lote donde funciona una escuela privada de Cipolletti.

Panorama de río negro

Datos

La reforma de la escuela secundaria termina su segundo año con mejoras en la retención de jóvenes y con más horas de trabajo para los docentes.
Un acuerdo de último momento permitió evitar que el Estado terminara expropiando las edificaciones y el lote donde funciona una escuela privada de Cipolletti.

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