Tailandia: gobernante en fuga y militares a la calle

Manifestantes opositores irrumpieron en la sede del gobierno pese al estado de sitio. El cuestionado primer ministro logró escabullirse y prometió "poner orden".

BANGKOK (AFP) – Miles de manifestantes desafiaban ayer el estado de excepción decretado en Bangkok, cuyas calles están tomadas por militares armados tras el estallido de disturbios durante los cuales un grupo atacó un coche creyendo que el primer ministro iba en él, aunque el gobernante había huido del edifico poco antes sin ser visto.

El país está «en peligro», declaró el propio Abhisit después del ataque en un mensaje televisivo. «Los próximos tres o cuatro días van a ser decisivos para reinstaurar la paz», añadió el primer ministro al indicar .

Antes, varios soldados habían tenido que realizar disparos al aire para repeler a los manifestantes que atacaron la limusina de Abhisit con palos, piedras y maceteros cuando intentaba salir del lugar. Un portavoz del gobierno señaló después de Abhisit no se encontraba en el vehículo, sino que había conseguido salir por otro lado sin ser visto.

En Bangkok, durante todo el día los manifestantes antigubernamentales levantaron barricadas y se apoderaron de al menos un blindado del ejército. Según la policía, al menos 15.000 de ellos seguían congregados anoche ante la sede el Gobierno donde acampan desde el 26 de marzo, retando así la prohibición de reunirse decretada por las autoridades. El sábado, miles de manifestantes obligaron a anular la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) , al asaltar el hotel de la ciudad balnearia de Pattaya, donde transcurría; los dirigentes se vieron forzados a huir en helicópteros.

La tensión subió ayer con el arresto del líder de los manifestantes de Pattaya, el ex cantante de pop Arisman Pongreungrong. Nada más enterarse de la noticia, miles de simpatizantes furiosos desfilaron por las calles de Bangkok para exigir su liberación.

El primer ministro, Abhisit Vejajjiva, decretó entonces el estado de excepción en la capital y su región. Esta medida aumenta el poder de las fuerzas del orden y prohíbe teóricamente las reuniones de más de cinco personas.

Miles de «camisas rojas» – apodo de los partidarios del ex primer ministro en el exilio Thaksin Shinawatra- se juntaron por en las inmediaciones del ministerio del Interior y algunos de ellos consiguieron entrar al edificio. Además de la limusina del primer ministro, la muchedumbre atacó varios vehículos oficiales y a sus ocupantes. La violencia dejó al menos seis heridos. «No me importa nada el estado de excepción. No es más que papel manchado con tinta», espetó uno de los líderes de los protestatarios, Nattawut Saikuar.

Es la tercera vez en menos de ocho meses en que las autoridades instauran el estado de excepción en Bangkok. Thaksin Shinawatra, de 59 años, el ex hombre fuerte de Tailandia derrocado por generales monárquicos en 2006, huyó al extranjero para esquivar una condena y diversas investigaciones por corrupción, pero sigue siendo popular. Abhisit Vejjajiva, de 44 años, es primer ministro desde el 15 de diciembre tras un cambio de mayoría parlamentaria como consecuencia de manifestaciones monárquicas. Los «camisas rojas» acusan a Abhisit de ser un «títere» del ejército y de consejeros del Rey.


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