Por qué el chip de Neuralink permite controlar dispositivos con la mente

La empresa de neurotecnología de Elon Musk mostró a su primer paciente humano jugando en una computadora gracias al implante cerebral. El hito no está exento de polémicas.

Elon Musk volvió a estar en boca de todos. Neuralink, su empresa de neurotecnología, publicó un video que muestra a su primer paciente humano controlando una computadora con la mente. También lo presenta fascinado con el implante cerebral, al no tener ningún deterioro cognitivo como resultado. ¿Es un hecho la telepatía? ¿Qué capítulo de Black Mirror transitamos?

Noland Arbaugh, de 29 años, quedó paralizado de los hombros hacia abajo en un accidente de buceo. Tras recibir el implante habló sobre jugar al ajedrez y al videojuego Civilization, controlando el cursor con su cerebro.

“Es una locura, de verdad. Es genial”, dijo Arbaugh, que bromeó sobre su telepatía. “Queda mucho trabajo por hacer pero ya me ha cambiado la vida”, agregó.

Distintos especialistas sostienen que el éxito de este hito sólo puede medirse a largo plazo. La cautela también responde a la capacidad del multimillonario para generar publicidad para su compañía.

En enero, la BBC había señalado que no existía una verificación independiente de los procesos y que Neuralink tampoco había proporcionado demasiada información sobre esta histórica intervención. Pese a los reparos, este logro marca un quiebre en el desarrollo de la interfaz cerebro-computadora (BCI) y abre una enorme posibilidad a personas con discapacidades físicas o neurológicas.

Neuralink: cómo funciona el chip


El implante de Neuralink, llamado Telepathy, se coloca en el cerebro del paciente y registra su actividad neuronal. Esta información se traduce en señales que controlan el cursor en la pantalla. En más de una oportunidad, Elon Musk sostuvo que este es solo el primer paso y que en el futuro Neuralink permitirá a las personas controlar dispositivos con la mente, comunicarse telepáticamente e incluso mejorar sus capacidades cognitivas.

Las últimas novedades generaron distintas reacciones. Algunos expertos aplauden el avance tecnológico pero otros expresan preocupaciones sobre la ética y los riesgos potenciales de la BCI. Si bien este desarrollo está en sus primeras etapas, el avance de Neuralink es un tremendo paso hacia un futuro donde la mente humana pueda interactuar directamente con las máquinas. Neuralink fue fundada en 2016. Esta corporación neurotecnológica busca revolucionar la manera en que interactuamos con la tecnología.

Telepathy está diseñado para restaurar funciones cerebrales en personas que perdieron el uso de sus extremidades. El chip implantado “lee” la actividad cerebral y la traduce en órdenes que controlan dispositivos externos.

El chip está conectado a más de mil electrodos diminutos, no más gruesos que un cabello humano, y funciona con una batería que se puede recargar de forma inalámbrica. Esto crea una interfaz con una computadora externa que permite enviar y recibir señales. Los chips implantados tienen el tamaño de una moneda y están equipados para monitorear y estimular la actividad cerebral.

Neuralink y los riesgos


Sobre esta tecnología preocupan las complicaciones físicas a corto plazo, las implicaciones médicas a largo plazo y las cuestiones éticas, como ocurre con todas las cosas que toca la tecnología. Para comenzar, sabido es que cualquier cirugía cerebral conlleva peligros.

Un reporte de la agencia Reuters de diciembre de 2022 detalló que Neuralink estuvo involucrada en ensayos que resultaron en la muerte de alrededor de 1.500 animales, incluyendo ovejas, monos y cerdos. Sin embargo, el hecho de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) haya aprobado el ensayo en humanos implica que la empresa de Elon Musk superó varios parámetros.

Quizás la preocupación más seria sean las consecuencias a largo plazo de tener un dispositivo como este funcionando en el cerebro, un órgano muy complejo.

Las cuestiones éticas también fueron planteadas. Estas tecnologías implican preocupaciones sobre protección de datos, usos potenciales y la posibilidad de mejorar las habilidades cognitivas humanas. También persisten preocupaciones sobre el sobrecalentamiento de los chips, fugas químicas y otros riesgos asociados con la implantación de dispositivos en el cerebro.

“En la neurología los implantes que interactúan con el cerebro son una técnica que tiene cierto desarrollo y que en ciertas situaciones se ha transformado en una practica corriente. Sin embargo, este chip tiene rasgos de complejidad adicionales a los que se conocen en la actualidad”, había declarado en febrero a Télam Gustavo Sevlever, de Fundación para la Lucha contra las Enfermedades Neurológicas de la Infancia (Fleni) e integrante del Laboratorio de Investigación Aplicada en Neurociencias (LIAN).

Semanas atrás, Netflix confirmó que en 2025 Black Mirror tendrá su séptima temporada. Los ambiciosos proyectos de Elon Musk parecen amenizar la espera.


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