Trabajadoras textiles hacen barbijos y camisolines en Plaza Huincul

Hace pocos meses se reactivó el proyecto textil municipal. Son mujeres que están en los programas de empleo.

En épocas de crisis, es necesario agudizar el ingenio y tomar todas las herramientas que están a disposición para afrontar la situación. En Plaza Huincul, el grupo de operarias que forman parte del proyecto textil impulsado por el municipio se puso manos a la obra y confeccionó barbijos, camisolines y mamelucos descartables. Todo será para el personal municipal que debe exponerse a los controles en este tiempo de aislamiento obligatorio.

El emprendimiento textil es una iniciativa que está desde hace muy pocos meses reactivado. Las máquinas de coser industriales estaban en condiciones, el espacio físico también y se buscó a las operarias que quieran sumarse a la iniciativa. Son mujeres que están en los programas de empleo.

Las costureras trabajan a tiempo completo (Fotos gentileza)

Una vez declarada la pandemia del coronavirus y la puesta en vigencia de las diversas medidas, el personal municipal que colabora para que se cumpla el aislamiento obligatorio o en los servicios esenciales, como los recolectores de residuos domiciliarios necesitaron elementos descartables.

Así fue que se las instruyó para que confeccionen camisolines, barbijos y mamelucos descartables. En dos días, ya realizaron 300 barbijos, veinte camisolines y ahora se abocaron a los mamelucos, según explicó el subsecretario de Producción y Agricultura Familiar, Marcos Mellado.

Se dispuso la compra de los materiales como friselina y gabardina, en una tienda de la ciudad y pusieron manos a la obra.

“Es un punto de inflexión en el taller porque a partir de estos pedidos las máquinas se exigen más y bueno, hay que estar preparado para todo”, refirió el funcionario. El capacitador es Pedro Di Napole, quien se encargó de inmediato de dar las instrucciones y las chicas –son alrededor de ocho las que asisten en esta cuarentena- comenzaron con la producción.

La idea era que “nos enfocáramos en llegar con los mamelucos descartables ahora para mantener los servicios esenciales como el de residuos en marcha”, sintetizó.

Las operarias se desempeñan desde las 8 hasta las 15, cuando de manera habitual cumplen solo cuatro pero se empezaron a comprometer con el proyecto.

“Es un grupo de chicas que se está consolidando y se pusieron al hombre la tarea para poder llegar a los sectores más expuestos”, subrayó el funcionario.


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