Trata de personas: estiman que los casos abundan en Neuquén, pero no hay cifras

Hoy se conmemora el día de lucha contra ese flagelo. Aunque es un delito federal, se trabaja en conjunto con organismos provinciales. Buscan abrir una casa de contención para víctimas.

En Neuquén se estima que hay muchos casos de explotación y trata de personas, pero la falta de cifras impide visibilizar esta situación e impulsar acciones, tanto desde el Gobierno como sociales, que ayuden a frenar este flagelo. El panorama toma fuerza este 23 de septiembre, fecha en la que se conmemora el Día internacional contra la explotación sexual y la trata de personas. La fecha se instauró por la «Ley Palacios» que convirtió a Argentina en el país del mundo en tener una normativa contra la prostitución infantil.

Si bien el delito es federal, en Neuquén la temática es abordada por la Comisión interinstitucional de intervención contra la trata de personas, que implementa distintas estrategias de concientización. De la misma forma parte el Centro de Atención a la Víctima, organismo que ha intervenido, a pedido de la Justicia, en distintos procedimientos por posibles casos de trata. Si bien llevan un registro, la mayoría de las intervenciones de los últimos años aun está en investigación.

Las dificultades para desentrañar a las redes de trata residen en el sometimiento que logran tener sobre las víctimas: un conjunto de situaciones que les impiden verse como tales o animarse a dar información. Así lo explica Elizabeth «Licha» Soto, la directora general de Equidad, de la que depende la Dirección de Trata y Prostitución.

Soto es una de las mujeres que más conoce sobre trata y explotación en Neuquén, junto a la subsecretaria provincial de Mujeres, Patricia Maistegui. Ambas han dedicado un especial trabajo a luchar contra las redes y hoy se espera avanzar con un paso muy importante: el de la apertura de una casa de contención. Para la misma, la Fundación Irene de lucha contra la trata de personas, cuenta con un terreno.

Esta casa podría ser la clave porque significaría un espacio particular para las víctimas, en el que podrían hacer el proceso luego de ser rescatadas. Soto aclaró que, actualmente, cuentan con dos plazas en la Casa Refugio para mujeres víctimas de violencia de género que administra la Provincia. Sin embargo, este espacio no es el adecuado porque deben dar respuesta a distintas necesidades. Por ejemplo, es muy habitual que las redes conviertan a sus víctimas en adictas, como una estrategia más de subordinación y dependencia.

La casa de contención estaría adecuada al tratamiento específico de las víctimas de trata y explotación, teniendo en cuenta que muchas veces no pueden reconocerse como tales por mecanismos psicológicos que terminan siendo adoptados para sobrevivir. Superar esta instancia las podría animar a dar información de las redes, sus mecanismos de captación y «trabajo».

La funcionaria resaltó el trabajo en conjunto con la fiscal federal Cristina Beute, quien tiene una larga trayectoria en la región por intervenir en esta clase de casos.

Soto indicó que han detectado que en la zona funcionan redes más «caseras», que administran tres o cuatro prostíbulos o familias que explotan a personas allegadas. Sin embargo, avanzar en los casos es muy difícil y, destacó la funcionaria, en la provincia solo se logró una condena.

«Hay muchas personas en situación de explotación, pero falta un paso para demostrar que son explotadas», lamentó Soto.

Si conocés o sospechás de algún caso de trata de personas o explotación sexual avisá al 145. Es una línea gratuita, anónima y que funciona las 24 horas.


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