Turistas ciegos reafirman su denuncia contra hotel de Bariloche

"Para que acaben con esa regla estúpida", aseguran.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Marcelo Lanzzavechia, el abogado no vidente que no pudo reservar plazas en el hotel «Concorde» de Bariloche por su discapacidad, dijo a «Río Negro» que piensa profundizar su denuncia para que «acaben con esa regla estúpida y no vuelvan a negar alojamiento a un ciego».

Lanzzavechia y Adriana Zaffaroni, su esposa que también es ciega, planeaban vacacionar en esta ciudad con sus hijos, Carolina, de cinco años, y Diego, de seis meses, durante la tercera semana de julio.

Cuando el matrimonio eligió el hotel por su ubicación, a 30 metros del Centro Cívico, y las comodidades que promocionaba en internet no imaginó que su discapacidad sería un condicionamiento.

La novedad les fue comunicada el jueves pasado por su agente de viajes y confirmada luego por el gerente del establecimiento a través de un contacto telefónico directo.

«No nos rechazaron formalmente, nos indicaron que podemos ir pero con una persona vidente para que nos guíe por adentro del hotel, lo que nos obliga a pagar su estadía», explicó Lanzzavechia.

La ambigüedad del argumento sirvió de excusa al personal del establecimiento para desacreditar la denuncia.

Ayer el conserje del hotel, Cesar Soto, aseguró a este diario que «acá nunca se discriminó a nadie» y abonó sus dichos señalando que «hemos tenido a varios pasajeros discapacitados».

Pese a desconocer la denuncia de Lanzzavechia el empleado desacreditó la versión y se negó a suministrar el nombre y teléfono del gerente denunciado, aduciend que «está en Buenos Aires». En la defensa ensayada ante la prensa, Soto reconoció que «el hotel no tiene las instalaciones adecuadas para atender a gente discapacitada».

El caso, publicado en la edición del domingo por este diario, tomó por sorpresa a las autoridades de Turismo del municipio, que hasta ayer carecían de precisiones sobre los ocurrido.

El titular de la cartera, Guillermo Estevez, se limitó a señalar que no se había radicado ninguna queja ante las secretarías municipal y Provincial del área y que estaban esperando la comunicación de sus pares de Nación para definir una posible intervención en el tema.

En los hechos, el municipio tiene un escaso margen de acción para intervenir ante un caso de discriminación dado que la normativa vigente para habilitación hotelera no contempla una exigencia constructiva puntual por discapacidad. (ver aparte).

Lanzzavechia adelantó a este diario que no se dará por vencido fácilmente y llevará su denuncia hasta las últimas consecuencias para que otros ciegos no tengan que pasar lo mismo.

El abogado cuenta con antecedentes que acreditan su lucha ya que en el 2002 denunció a la aerolínea Southern Winds porque no le quiso vender un pasaje por ser ciego.

«A mi no me interesa recibir un peso. Lo que quiero es que acaben con esta regla estúpida y no le vuelvan a negar alojamiento a otro ciego», enfatizó sin ocultar su indignación.

Este hombre, que veranea en Uruguay y recorrió Venecia junto a su mujer sin que nadie objetara su discapacidad, se molesta con razón cuando descubre que en su país le ponen trabas a cada paso.

«Estando en mi país tengo que preguntar siempre si me van a aceptar por mi condición, hasta para ir a un boliche tengo que consultar en forma anticipada si aceptan ciegos y esto es algo que jamás me ha pasado en el exterior», aseguró.

Una ley a voluntad

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Tanto la legislación nacional como la nueva reglamentación hotelera provincial contemplan especialmente las necesidades de los pasajeros discapacitados que la realidad del mercado hace a un lado.

Los avances logrados en ambos niveles legislativos presentan superposiciones que dificultan la aplicación final. Para subsanar esta situación, algunos referentes políticos y turísticos proponen que la provincia adhiera a la normativa nacional y agilice su cumplimiento.

La pretención adquiere relevancia si se tiene en cuenta que en la actualidad la ley que adapta los servicios a las necesidades de las personas con discapacidades se aplica a voluntad.

En Bariloche son muy pocos los establecimientos que están acondicionados para alojar a discapacitados sensoriales o motrices, dado que la normativa vigente para habilitación hotelera no contempla una exigencia constructiva puntual para estos casos.

En los últimos años algunos empresarios buscaron dar respuesta a la demanda particular de las personas con distintas discapacidades aunque siempre partiendo desde una inquietud personal.

El caso más reciente es el de las cabañas «Patagonia sin fronteras» ubicadas a siete kilómetros del casco urbano. El complejo, inaugurado a principios de 2003, es el primero en la ciudad planificado enteramente para pasajeros con problemas motrices.

Su propietario, Martín Rébora lo construyó pensando en su mejor amigo con quien pudo comprobar los problemas que atraviesan los discapacitados para conseguir alojamiento, transporte y otros servicios cuando salen de vacaciones.


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