Un proyecto de 15 millones espera el 'sí' municipal

SAN CARLOS DE BARILOCHE- Un proyecto para edificar un hotel cinco estrellas y un complejo de ocho microcines en el centro de la ciudad, espera su aprobación municipal para comenzar su construcción. Si el área de planeamiento urbano del Ejecutivo local y el Concejo no encuentran objeciones, el emprendimiento demandará una inversión cercana a los 15 millones de pesos y estará para estrenar a principios del 2001.

La iniciativa corresponde a un grupo de inversores porteños que recientemente inauguraron en Buenos Aires un complejo similar, el Village Recoleta, que contrató a la empresa constructora local MCH para diseñar y desarrollar el proyecto.

De concretarse, la ambiciosa construcción se emplazará en dos amplios terrenos (más de 3.500 metros cuadrados en total) que hay entre la calle España y la Avenida Juan Manuel de Rosas al 400.

El arquitecto Raúl Martiniau, del estudio contratado para la tarea, mostró el anteproyecto de la edificación y dijo que «está basado en el código de planeamiento urbano de la ciudad».

Explicó que este reglamento, vigente desde hace varios años, tiene algunos ítems sin promulgar legalmente.

«Con la gestión de la intendenta María de Costa se hizo una aprobación parcial del código, bastante abarcativa, pero se dejaron algunos aspectos constructivos para analizar luego. Entre ellos está el conjunto de directivas que rigen a este sector de la avenida Rosas (más conocida como la Costanera), que delimitan claramente las construcciones que se pueden hacer, pero que aún no tienen vigencia legal» explicó Martiniau.

Primero el código

En efecto, en la página 122 del código, figuran los «perfiles envolventes en calles España y Rosas» (PEM) y «planos de alturas máximas» (PAM), que configuran una proyección dentro de la cual se ajustó el dibujo de Martiniau.

La idea es ejecutar una construcción de casi 12.000 metros cuadrados. Como entre ambas arterias hay un pronunciado desnivel, el edificio tendrá siete «pisos» entre la planta que dará a la Costanera y el techo, en donde habrá ocho lujosas suites.

En la base estarán emplazados los microcines, cuya funcionalidad está pensada para un servicio integral que pueda ser de utilidad en congresos y convenciones. Incluso este último uso demandará la puesta en práctica de una novedosa idea arquitectónica, que incluye tabiquería acústica móvil, por lo que las ocho salas pueden transformarse en cuatro o una, con capacidad máxima para 1.200 personas sentadas.

Mediante una plaza cubierta, con piscinas climatizadas y otros servicios de alto nivel, ese sector se conecta con el hotel propiamente dicho, que tendrá su entrada por la calle España.

La idea es levantar una torre con 108 habitaciones, de las cuales 100 tendrán una sofisticación standard y las restantes serán de un lujo especial, con terrazas al aire libre y un spa (pileta con hidromasaje) cada una.

Además de entrar a la recepción y los salones comedor, estar y confitería, por España también se ingresará al estacionamiento (de 42 cocheras), hasta donde los vehículos se llevarán por ascensor.

«La idea será consensuada»

A diferencia de los últimos conflictos en materia de urbanismo, en el proyecto de hotel y complejo de cines que está desarrollando el estudio MCH no prevén discordia.

Desde abril el proyecto está en manos de la dirección de Planeamiento del Ejecutivo municipal, que lo debe elevar para su estudio a la Unidad de Coordinación del Consejo de Planificación.

«Nuestro proyecto está de acuerdo a los límites previstos en el Código de Planeamiento, por lo que no esperamos objeciones. Sin embargo, estamos abiertos a las contrapropuestas del municipio. Queremos consensuar el proyecto» dijo el arquitecto Raúl Martiniau.

El profesional destacó la decisión de los inversores de Buenos Aires de no tratar de imponer un proyecto sino de «hacerlo con lugareños».

Informó además que para «mejorar la posibilidad de entendimiento con la municipalidad» realizarán «importantes mejoras en la playa de estacionamiento grande que está sobre la Costanera y que la municipalidad ofrece gratuitamente». Tanto en cuestiones legales como ambientales, afirmó, «no queremos que nada sea impuesto».