Una casta

La duda y la confrontación honesta de opiniones es la única actividad inteligente para hacer racional el uso del poder. Supuestamente el líder “es el que sabe lo que se debe hacer”, pero no sería un buen líder si tuviera temor a la duda.

En los sistemas autocráticos es una sola persona la que todo lo decide, borrando la independencia de poderes y siendo en los hechos una dictadura. Consideran que la duda, la confrontación de opiniones y la elaboración de acuerdos son una debilidad que el líder debe evitar. Alegan que la toma de decisiones debe ser ágil y sin demoras. De este modo, en su petulancia, jamás reconocerán errores ni evitarán repetirlos; y si las cosas no salen bien alegarán que la culpa la tienen los demás.

Deberían alarmar la gravísima situación económica actual y la actitud de la Córdoba de E. Angeloz, actualizada ahora por la insinuación de Mendoza, de romper con el Pacto Federal como alternativa para evitar un gobierno central expoliador, retrógrado y falsamente preocupado por los pobres a quienes conforma con un plan en vez de ofrecerles trabajo estimulando la iniciativa privada.

Es desolador el bajo vuelo intelectual y moral de la casta política argentina. ¿Cuántos políticos argentinos responsables de 76 años de decadencia ininterrumpida estuvieron en la cárcel por mal desempeño?

En Argentina las consecuencias del mal gobierno nunca las sufren los políticos, sino solo los que trabajamos duro y los que no tienen trabajo.

Humberto Guglielmin

DNI 10.401.180

Bahia blanca


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