Una historia de nunca acabar: más cambios en la obra de la calle Mitre

A pedido de los frentistas, la principal arteria comercial será de hormigón liso, como cualquier otra. Desestimaron la impresión de cuadrícula.

Primero fueron los pretenciosos adoquines, que se hundieron al paso de los autos y terminaron removidos. Después llegó el pavimento de hormigón impreso, que tampoco conformó. Ahora la empresa que tiene a su cargo la modernización de la calle Mitre comenzó a colocar hormigón liso H30, similar al de cualquier calle urbana.

El nuevo cambio de planes comenzó a implementarse esta semana en la cuadra que va de Rolando a Palacios y el municipio la justificó en un “pedido expreso” de los frentistas.

Luego de preparar la base, la empresa contratista Insersan S.A construyó el viernes la calzada de hormigón en la mitad sur de la cuadra. Sorprendió que esta vez no hayan aplicado la impresión con moldes manuales para darle la apariencia de un empedrado, como el que efectuó ya el año pasado en las dos primeras cuadras de Mitre, desde los arcos del Centro Cívico hasta Villegas.

Si el hormigón está en tiempo y forma la obra en esas dos cuadras llevará de tres a cinco días».

Marcos Barberis, jefe de Gabinete municipal.

El jefe de Gabinete municipal, Marcos Barberis, informó que el cambio fue “acordado con los vecinos”, quienes le bajaron el pulgar al hormigón impreso.

Todo indica que la cuestión estética y ornamental quedó de lado y la clase de rodamiento de la Mitre será igual a cualquier otra.

Un responsable de la empresa no quiso hablar del tema, remitió las consultas al municipio, pero se mostró algo contrariado con las marchas y contramarchas.

La intervención en la cuarta cuadra ya está avanzada, y le sigue la tercera, con los trabajos de retiro del adoquinado, que los obreros ejecutaban ayer con ayuda de una máquina municipal.

Según Barberis, la velocidad de esta etapa de la obra depende de la provisión de hormigón, que está condicionada por la escasez del material y “la gran cantidad de obras” que hay en Bariloche. “Se necesitan cuatro camiones diarios -señaló-. Si el hormigón está en tiempo y forma la obra en esas dos cuadras llevará de tres a cinco días”.

La previsión es que 48 horas después ya pueda quedar habilitada la calle para el tránsito peatonal, mientras que el fraguado completo llevará 30 días.
Con posterioridad al pavimentado, la empresa Insersan se concentrará en la reparación de baldosas, colocación de bolardos, bancos, maceteros, luminarias, cestos y el resto del mobiliario urbano.

Consultado sobre la fisonomía diferente que tendrán ahora las distintas cuadras de Mitre, Barberis recordó que las de hormigón impreso (desde los arcos del Centro Cívico hasta Villegas) tienen fallas y “no están aprobadas” por el municipio. A fines de diciembre se notificó a la constructora de la existencia de 15 fallas en los primeros 200 metros.

Barberis indicó que la empresa debería levantar el material y hacerlo de nuevo.

Alquiler a la inversa

La minipala cargadora “bobcat” que en los últimos días la firma Insersan empleó en la Mitre pertenece al municipio. Barberis admitió que hubo un acuerdo en ese sentido y que la contratista paga el alquiler de las horas/máquina.

Necesitaban ese tipo de bobcat y en Bariloche hay solamente dos. Uno de una empresa privada que está roto y el que tiene el municipio, por eso decidimos facilitarlo”, aseguró.

El municipio suele destinar importantes sumas para el arriendo de maquinaria vial porque no tiene suficiente parque propio, pero en este caso el acuerdo fue al revés.

Barberis dijo también que la nueva modalidad de trabajo “sin impresión” del hormigón obligará a revisar “la economía de obra”, porque el costo de la nueva calzada es algo menor y ese ahorro se podría derivar a alguna obra complementaria.


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