Unos 100 estudiantes buscan asegurarse un lugar en las Olimpíadas de Matemática

Unos 100 jóvenes de escuelas secundarias de Bariloche y Pilcaniyeu definirán hoy su paso a la instancia regional de las Olimpíadas de Matemática Argentina. La final es en noviembre en Córdoba.

La instancia regional de las Olimpíadas de Matemática Argentina. Foto: gentileza

Unos 100 estudiantes de Bariloche y Pilcaniyeu participarán este viernes de una nueva instancia de las Olimpíadas de Matemática Argentina (OMA) que se desarrollará en dos aulas del Centro Regional Universitario Bariloche (Crub).

“Es la competencia que nos atraviesa todo el año para alumnos del secundario. Empieza en abril y termina en noviembre en La Falda, Córdoba, con el certamen nacional. La primera instancia es dentro de la escuela; luego hay un intercolegial que ya se realizó en mayo. Ahora llega la tercera instancia zonal”, detalló Flavia Santamaría, profesora de Matemática Educativa del CRUB.

Quienes logren pasar esta instancia, podrán continuar con la regional que reúne a estudiantes de Bariloche, Villa La Angostura, San Martín de los Andes y Pilcaniyeu.

Bariloche funciona como sede de las Olimpíadas Argentinas desde hace ya varios años. De la organización, participan docentes del CRUB y estudiantes de la Licenciatura y Profesorado Universitario de Matemática. El proyecto de extensión se llama “Tendiendo puentes en educación matemática”.

Este equipo de trabajo ya organizó en lo que va del año las primeras dos instancias de OMA, la segunda instancia del Torneo Internacional de las Ciudades 2018 (propuesto por Rusia), las dos instancias del Pre-Torneo Internacional de las Ciudades 2019, la Olimpiada de Mayo y del Concurso Matemático Canguro 2019.

“Al haber tantas competencias, mostramos que la matemática no es solo la escolar y que es disfrutable. No es solo hacer cuentas y cuentas. Está la competencia Mate-clubes en grupos de tres, el Torneo Ñandú, para la primaria y Canguro que el año pasado, atrajo a 1000 chicos de 14 colegios de Bariloche”, explicó Santamaría.

Destacó que este tipo de actividades permite a los docentes “descubrir que los chicos son capaces de mucho más. A veces, como hay grupos tan heterogéneos en las escuelas, no hay prácticas específicas para alentar a chicos que puedan tener un gusto por la matemática. Y algunos las descubren a través de estas competencias. Muchos encuentran su vocación”.


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