Vázquez promete “un plan agresivo de obra pública” para la provincia

P: ¿Qué características tiene la campaña que está cerrando?

R: Principalmente, es una campaña de desigualdades. Juntos y el FpV gastanto millones pero sin llegar mano a mano a la gente. Y esa es la diferencia con nosotros, que vamos adonde están los vecinos y eso te permite visualizar sus preocupaciones.

P: ¿Y con qué mensaje están llegando?

R: El tema de la desocupación es central. En la Línea Sur las madres están preocupadas por el futuro de sus hijos, por la falta de posibilidades y la migración a las grandes ciudades. Hay desesperación. Y el otro problema es la droga. Las zapatillas colgadas en los barrios, dando la pauta de la gran cantidad de kioscos, es alarmante.

P: Y ante esas realidades, ¿cuáles son las propuestas?

R: Insistimos en el impulso a la obra pública. Si el Estado no toma en sus manos un programa ligado a la vivienda y el saneamiento, esto no tiene salida. Hay que dar soluciones habitacionales y con ello, dar trabajo a partir de lo que dinamiza la industria de la construcción.

P: El oficialismo dice que eso es el Plan Castello…

R: Ese plan terminó siendo funcional a los empresarios amigos y a los intendentes que se sumaron a último momento. Vamos a ver qué pasa con la disparada del dólar. Lo que nosotros planteamos es un plan agresivo, controlado por los vecinos, por los sindicatos, por organizaciones sociales. Que no sea un nuevo negocio.

P: ¿Qué piensa hacer con las economías regionales? ¿Buscará soluciones para las actividades tradicionales o piensa diversificar?

R: El Alto Valle necesita una profunda discusión sobre el tipo de producción. Creemos necesario adecuarlo a las necesidades alimentarias del mismo Alto Valle y a las nuevas demandas del mercado exterior. Pero la discusión de fondo es petróleo o fruticultura. Cuando insistimos en que no pueden crecer torres al lado de manzanas, estamos planteando el debate sobre el futuro de la región. Y esa discusión tiene que darse de cara al conjunto de la población. Nosotros entendemos que las torres no pueden estar en la zona productiva. Sí decimos que la producción hidrocarburífera se tiene que explotar -y de manera agresiva, con todos los controles ambientales, por supuesto- en la zona de la meseta. Ahí sí hay que desarrollarla, con empresas estatales.

P: La deuda del Plan Castello, otras deudas, ¿hay que pagarlas o deben desconocerse por completo como plantean otros sectores de izquierda?

R: El problema de la deuda a esta altura es que ya está claro que revienta la economía y el futuro del país. Desde los 80 que venimos discutiendo lo mismo. Tenemos endeudamiento a 100 años en algo que no es productivo ni de desarrollo. Es para pagar más deuda. Entonces la discusión no es pagar o no pagar: la discusión es no endeudarse. Nos parece que primero debemos investigarla y segundo, desconocerla. Pero no por el hecho de decirle de manera arbitraria que no. Lo decimos porque es fraudulenta e ilegítima y forma parte de un negocio.

P: ¿Qué Estado empleador imagina? En estos días vemos a gremios posicionándose de un lado y de otro. ¿Cuál es el mensaje para el empleado público?

R: Primero, nos parece lamentable que la burocracia sindical juegue para los partidos patronales. Además, sin ningún tipo de consulta. Porque no son los trabajadores. Es Aguiar traicionando su lucha y su historia. De Scalesi en todo caso es una traición más, pero lo relevante es el desconocimiento de la voluntad de los afiliados. La burocracia sindical se acomodó en función de sus intereses personales y no detrás de los intereses de los estatales. Por eso les decimos a los compañeros que se animen, que den un paso al frente, que hay una lista de trabajadores que quiere llevar la voz de los de abajo al gobierno.