VISTO Y ODIO EN NQN 09-11-05

VISTO Y ODIO EN NQN: La comisión legislativa que preside Castoldi está para el sillón del psicoanalista • Silvia de Otaño no es profeta en su tierra • El diputado Gschwind estuvo trabajando de bombero

Psicólogo aquí…

 

La curiosa situación que se observó ayer en la comisión que preside Alicia Castoldi no es una novedad y desnudó, una vez más, la falta de conducción. La escasa producción y la desorganización que hay en el trabajo de la Comisión de Desarrollo la advirtieron los propios compañeros de partido de Castoldi. «Alicia, me parece que la modalidad de trabajo tiene que ser ordenada, la reunión del martes pasado fue muy desordenada», le recriminó Storioni.

Antes se lo habían marcado Vargas y Vega. Tanta confusión en el abordaje de los temas pendientes confunde hasta a los propios asesores de los distintos diputados, que hacen malabares para interpretar lo que pretende Castoldi.

Ayer, las diferencias con Vega, que ejerce como secretario de la comisión, fueron tan evidentes que el legislador se retiró de la reunión molesto con la presidenta.

El descontrol obligó al presidente del bloque del MPN, Manuel Gschwind, a concurrir a para tirarle un salvavidas a Castoldi y dar por finalizada una reunión, que comenzó y terminó en medio del desconcierto. «Vamos a tener que pedir asistencia psicológica, porque no se entiende nada en esta comisión», reflexionó una colaboradora.

 

 

Bolas del toro

 

Los desencuentros entre Castoldi y Vega terminaron ayer abruptamente. Vega estaba molesto porque Castoldi no había convocado a los trabajadores del servicio de Violencia Familiar, tal como habían acordado la semana pasada. «Yo no hablé de contener a ningún profesional -dijo Castoldi-. No hice ningún acuerdo». Vega replicó furioso. «¿Estamos laburando o no estamos laburando?», preguntó, y le recriminó a Castoldi la demora en la firma de un despacho relacionado con un proyecto sobre el control de la venta de bebidas energizantes. Vega apeló, fiel a su estilo, a una expresión popular para graficar su descontento. «¿Qué estamos esperando? ¿Que se le caigan las bolas al toro?»

 

Mujeres

 

La victoria del Frente Cívico para la Victoria en Cutral Co no sorprendió a nadie. Ello porque a partir de la figura del intendente Eduardo Benítez era el gran favorito en los sondeos y las encuestas. Lo que sí dejó descolocado a varios fue la derrota del MPN en Plaza Huincul, a manos del kirchnerismo. Acostumbrados a ganar a «chicote alzado» de la mano de Alberto «Tucho» Pérez, no podían creer cuando comenzaron a conocerse los resultados del escrutinio.

Así fue que en una escuela los simpatizantes del partido gobernante no sólo se resistían a admitir lo que estaban viendo, sino que de inmediato trataban de revertir el panorama con particulares interpretaciones.

Ante la derrota que iban registrando en una mesa masculina un simpatizante se consolaba y trataba a sus partidarios. «No se hagan problema, que en las mesas femeninas lo damos vuelta», dijo. Pero los resultados de las mesas femeninas no tardaron en llegar y… también perdían. «Lo que menos pensábamos era que ni las mujeres iban a apoyar a Silvia», dijo con un sesgo de desconsuelo el simpatizante, apuntando a la intendenta De Otaño.

 

 

Clima enrarecido

 

Primero el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, el ultrasobischista Oscar Gutiérrez, se quejó en la penúltima sesión de octubre de que los legisladores no le preguntaban casi nada a los candidatos a jueces designados por el TSJ que concurren a la Legislatura. Ayer, los diputados de la oposición preguntaron bastante y pusieron contra las cuerdas al candidato a camarista Carlos Sierra, cuñado del ministro de Empresas Públicas Alfredo Esteves. Como Sierra estaba al borde del nock out, el ultrasobichista Manuel Gschwind le tiró la toalla.

«Retomemos las reuniones como antes», reclamó, molesto Gschwind. Y subrayó que tiene razón Gutiérrez al advertir que «los candidatos a jueces vienen a la comisión y no se les pregunta nada, y pareciera que ha cambiado la tónica y eso es bueno, lo que no es bueno es que dejemos de lado las chicanas y la discriminación porque un candidato tenga pertenencia a una familia o a un partido político», observó.

Sierra, miraba para todos lados, como pidiendo aire. «Acá lo que importa es la idoneidad y la independencia y yo los invito a hacer las preguntas que corresponde y se termine de ensuciar una reunión», dijo Gschwind. «No enrarezcamos el ambiente», pidió, con firmeza. Algunos legisladores de la oposición interpretaron que Gschwind les impedía preguntar.

Por eso, cuando terminó la última de las tres entrevistas a los candidatos a jueces, el diputado del Frente Grande Pablo Tomasini, planteó, con ironía: «¿Podremos votar?, señor presidente». «Yo pregunto cuando quiero, no cuando me mandan», señaló Carlos Moraña, del Frente ARI-PI. (AN)


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