Entre morros y olas: Praia do Rosa el paraíso del sur que conquista a los argentinos en Brasil
El pequeño pueblo del sur de Florianópolis revive su costado juvenil: surf, bares, caminatas por los morros y la sensación de que todo se hace a pie. Una tendencia que combina economía, practicidad y nostalgia.

En cada verano hay destinos que marcan tendencia y se convierten en punto de encuentro generacional. Durante años fue Chapadmalal, antes Pinamar y Mar del Plata, y más atrás aún, Praia do Rosa. Esa playa brasileña, rodeada de morros y a noventa kilómetros de Florianópolis, había quedado en el recuerdo de quienes la vivieron como un ritual adolescente de los 2000. Hoy, casi dos décadas después, vuelve a ocupar el centro de la escena con un fenómeno que sorprende: miles de jóvenes de Argentina la eligen nuevamente para vacacionar.
El regreso no responde a una sola razón. Hay algo de nostalgia, pero también una suma de factores concretos que empujan la tendencia. El tipo de cambio favorable hace que los pasajes aéreos y el hospedaje resulten competitivos frente a los precios locales. El boca a boca en redes sociales refuerza la idea de que Rosa está “de moda”. Y la geografía del lugar, con todo a mano y a escala humana, ofrece la comodidad de un verano donde se camina más de lo que se maneja.

Las playas, amplias y divididas en sectores, son el epicentro de la vida diurna. Rosa Norte es el balneario preferido de los grupos argentinos, que arman base allí con reposeras, mates y parlantes. El surf se mantiene como una de las actividades más convocantes, tanto para quienes ya tienen experiencia como para los que aprovechan la oportunidad de iniciarse en la tabla.
Al caer el sol, la movida se traslada al centrinho, un puñado de calles con bares y restaurantes que condensan la energía juvenil. La propuesta nocturna no se limita a la gastronomía: hay discotecas ubicadas a distancia caminable, lo que asegura noches animadas sin complicaciones logísticas. El pueblo parece haber entendido que su atractivo es justamente ese, la facilidad de moverse sin necesidad de auto.

Hoy, en vísperas del verano 2025-2026, y en medio de una situación cambiaria que favorece el turismo en el exterior, muchos de los que buscan combinar playa y noche y regresan a Praia do Rosa. El fenómeno, además, tiene un fuerte componente social. Viajar en grupo, compartir un hostel, organizarse para cocinar o salir todos juntos genera una experiencia colectiva que se transforma en parte del recuerdo. Esa sensación de comunidad explica en parte por qué Praia do Rosa vuelve a sonar entre las recomendaciones de jóvenes que buscan algo más que solo arena y mar.
La naturaleza también suma lo suyo. Los senderos entre morros permiten acceder a playas escondidas y miradores donde el Atlántico se muestra en todo su esplendor. Son caminatas cortas, de media hora, que regalan la posibilidad de escapar de la multitud y conectar con un entorno más salvaje. Esa combinación entre fiesta y tranquilidad es lo que convierte al destino en un lugar versátil, capaz de atraer a públicos distintos.

En este verano, Praia do Rosa parece reinventarse, no es el caos desbordado de los 2000 ni la postal exclusivamente familiar que supo ser después. Es, más bien, un equilibrio en el que los jóvenes redescubren un clásico y lo resignifican como propio. El calendario cambia, pero la energía adolescente vuelve a teñir de acento argentino las playas de Rosa.

En cada verano hay destinos que marcan tendencia y se convierten en punto de encuentro generacional. Durante años fue Chapadmalal, antes Pinamar y Mar del Plata, y más atrás aún, Praia do Rosa. Esa playa brasileña, rodeada de morros y a noventa kilómetros de Florianópolis, había quedado en el recuerdo de quienes la vivieron como un ritual adolescente de los 2000. Hoy, casi dos décadas después, vuelve a ocupar el centro de la escena con un fenómeno que sorprende: miles de jóvenes de Argentina la eligen nuevamente para vacacionar.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios