Y un día le gustó el blues…

La historia comenzó el 27 de septiembre de 1954, en Chicago, cuando el pequeño Larry Williams, primogénito de Muddy Waters, llegó a este mundo. “Muddy Jr.”, “Little Muddy” o “Mud”, como todos lo llamaban fue criado por su madre. Fue duro para él, ya que rara vez veía a su famoso padre, aunque este siempre estaba pendiente y en contacto por si necesitaba algo. La música llegó tarde a la vida de Mud. Intentó con la batería y escuchaba otros estilos como el pop. El primogénito del gran Muddy, se mantuvo ajeno al Blues durante su juventud. Pero esos años indiferentes a la música del padre, pueden haber sido el tiempo necesario que Mud se tomó para construir su lugar y desde allí encontrar la fortaleza y la convicción que le animara a dar el gran paso para abrazar la música del padre. El gran salto de Mud fue cuando, para el Tercer Muddy Waters Blues Celebration en Illinois, en 2007, el productor Larry “Mac” McIntire, decidió reunir a algunos de los antiguos músicos de Waters y a los dos hermanos, Big Bill y Mud Morganfield, quienes se habían visto por última vez el día del funeral de su padre. Allí, Mud demostró que el apellido que ostenta y tributa lo lleva con su propia identidad.


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