Los viñedos y el riego en Mainqué y Valle Azul

Los viñedos y el riego en Mainqué y Valle Azul

Los viñedos de Noemia se caracterizan por ser orgánicos y biodinámicos, comenta Hans Vinding-Diers, en su bodega en Mainqué.

Hans Vinding-Diers, uno de los enólogos más prestigiosos del país con 47 años y 50 cosechas encima, comentó que “Río Negro podría ser potencia si nos expandimos a la estepa, pero está el riego por goteo, yo no soy un fan del riego por goteo. Acá arreglamos todo por manta, que el agua absorba. El riego a manta se va todo por abajo, no drena. El riego por goteo está goteando la planta nomás. Tengo un viñedo por goteo, no lo estoy crucificando; si elijo, manta. En Noemia hay una hectárea y media de malbec, algo de Pinot, una fila. J Alberto es 4 hectáreas y media, y después algo de cabernet, que no sale siempre. Lo hago y si sale bien sale. 2007, 2010, 2013, salieron muy bien. No lo hacemos por marketing. En Valle Azul son 5 hectáreas. 4 de Malbec, media de Merlot, media de Petit Verdot”.

Los viñedos de Noemia se caracterizan por ser orgánicos y biodinámicos, más allá de las certificaciones que exigen los pocos organismos que monopolizan ese nicho en nuestro país.

“Somos orgánicos, hacemos nuestro propio compost. La uva ya estaba buena al inicio, la grandeza viene por ese lado, sino lo tenés, en el caso de la uva es imposible. La biodinamia es muy interesante pero en este país es una delgada línea con la ortodoxia de las certificaciones. Las certificaciones muchas veces son configuraciones políticas”.

La crítica de vinos

Actualmente y como ya es costumbre los vinos de Noemia gozan de excelentes puntajes por la crítica internacional como es el caso del último reporte de hace unos días del periodista Tim Atkins, es inevitable preguntarle a Hans que piensa de la crítica.

“Yo crecí con críticos de vinos toda mi vida, entraban y salían en la casa, comían en la casa, se bañaban en la casa y otras cosas. Crecimos juntos, yo sé como funcionan. Ellos quieren ganar siempre su punto de vista, hay muchos que saben de vino, más que yo porque prueban todo el tiempo. Son un mal necesario. Con algunos no estoy de acuerdo, es subjetivo, y hay otros con los que estoy de acuerdo objetivamente. Los lectores se dieron cuenta también y eligen a los críticos que coinciden con los gustos de ellos. Me peleé, aprendí, en momentos uno se sentía poco respetado, porque hay mucho trabajo en una botella de vino y alguna vez te pueden matar”, agrega.

Actualmente Hans asesora bodegas en Mendoza y en Río Negro más allá de Noemia. Devora las regiones, los suelos, la gente. Escucha de cerca el latido del viñedo, sabe que ahí esta la verdad.