Mención de honor para una docente de Bariloche

Elva Rosa Vicens de Sánchez, a sus 94 años, fue reconocida con la mención Domingo Faustino Sarmiento.

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Elva Rosa Vicens de Sánchez, reconocida docente de Bariloche fue distinguida con la mención Domingo Faustino Sarmiento que otorga el Senado de la Nación en reconocimiento a su labor trascendental en la educación y en el sindicato docente de Unter.

La distinción fue impulsada y entregada por la senadora Silvina García Larraburu quien ya ha promovido otras menciones a personalidades del ámbito de la educación, la cultura, la ciencia y la comunidad de Bariloche.

Elva, que hoy tiene 94 años, fue acompañada en el homenaje realizado en el CRUB, por sus hijos Pablo, María Inés, familiares y amigos.

Allí recordó sus inicios: “Debía pensar en la organización de una escuela en el barrio alto; la mayoría de los alumnos llegaban a inscribirse cuando ya no había cupo. Las madres lloraban, se quejaban y a veces nos hacían culpables de esa falta de lugar en la escuela para sus hijos. Decían: ´somos pobres, pero somos argentinos y queremos aprender a vivir mejor, a leer, a escribir´. Me llegó al alma, fueron varios años escuchando lo mismo y por eso comencé a pensar en una solución”.

Continuó: “junto a un grupo de colegas empezamos a dar clases en un pequeño lugar donde por la noche funcionaba un bar, una casita que estaba frente a la escuela nueva. Una vez que conseguimos el material para construir dos aulas, una dirección, una cocina y dos baños, iniciamos gestiones para obtener el terreno y dar lugar a la escuela “rancho”. Tenía dos trabajos, uno en el turno mañana y otro durante la tarde; y si bien no me sobraba el dinero, más bien todo lo contrario, decidí renunciar a uno de ellos para dar clases gratis a los alumnos de los barrios altos, esto me llenaba el alma”, detalló Elva con lágrimas en sus ojos.

Recordó que “una de las personas que nos ayudaba siempre era Don Luis Razza de Cerámica Bariloche, siempre estaba atento a lo que necesitábamos en la escuela y nos ayudaba permanentemente”.

No solamente llevamos una escuela al barrio sino también el agua y la luz; además pusimos una canilla comunitaria que abastecía a los vecinos”, resaltó. A partir de un proceso comunitario, con la participación de distintos vecinos barilochenses y donaciones de las Escuelas 71 y Las Quintas, en febrero del año 1957 empezó a funcionar la escuela oficialmente llamada Juan Ramón Jiménez, nombre del escritor español que Elva leía siendo niña.

La senadora García Larraburu destacó que “este reconocimiento no es más que un agradecimiento a una hacedora incansable de toda la vida, una luchadora que se puso al hombro la construcción de una escuela para que los más humildes pudieran estudiar”.


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