Opinión: La calle de los silencios

La Semana en Bariloche analiza la situación de la calle Mitre tras el abrupto alejamiento de Planobra. Escribe, Daniel Marzal.

Datos

“Sentimos una especie de incomunicación y de orfandad”. Así se expresó la encargada de una chocolateria de la calle Mitre mientras observaba ayer las obras inconclusas y la calzada cerrada al tránsito.
La empresa Planobra trabajó casi un año y medio en la esperada remodelación de la principal arteria de la ciudad, pero cuando le faltaba muy poco (apenas el 7%), plantó bandera y se retiró.
No hubo información oficial. La versión más firme -una quebranto intempestivo- dejó sin palabras a los trabajadores de la contratista y a los propios comerciantes.
Las quejas de estos últimos apunta contra el silencio de las autoridades municipales, que a pocas semanas del invierno no expusieron todavía ningún plan de contingencia.
Uno de ellos recordó que la empresa “nunca trabajó al ritmo que se esperaba, puso poca gente e incumplió todos los plazos”.
Agregó que “ahora se suma esta incertidumbre: la calle está sin terminar, sin iluminar, y de noche hay una inseguridad muy grande”.
La perplejidad de las autoridades de la provincia y el municipio ante la súbita implosión de Planobra SA generó por lo menos muchas dudas.
Las sospechas sobre la solvencia económica de la adjudicataria de la obra, presupuestada en casi 60 millones de pesos, eran conocidas hace más de un año.
El legislador del Frente para la Victoria Marcelo Mango presentó varios pedidos de informes sobre Planobra y el grupo Rhuo desde fines de 2015, Y recordó que cargaban con denuncias de la Afip por evasión y facturas apócrifas.
Pero sus planteos fueron tomados como una simple chicana y contestados con formalidades.
En la Mitre los titulares de los comercios esperan que “al menos se habilite el tránsito de vehículos, para que no parezca una calle clausurada”.
También reclaman “un plan de acción” por parte del municipio de cara a la temporada invernal.
Todo eso sin hablar de la indispensable convocatoria para seleccionar otra empresa que complete los trabajos.
Esta semana llegarán funcionarios de la provincia y de la Unidad Ejecutora de la obra para pasar en limpio la situación. Los espera la difícil misión de descomprimir los enojos.

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