Apuesta a la atmósfera dinámica

El sistema de Atmósfera Controlada Dinámica (ACD) regula de manera ágil las condiciones de atmósfera durante la conservación. El equipo del sistema de conservación en ACD reacciona a las circunstancias fisiológicas de la fruta dentro de la cámara, ajustando de forma automática las condiciones de conservación. Conseguir porcentajes de concentración de oxígenos inferiores al 1% no es un problema, ya que la acumulación se ajusta directamente en cuanto se corre riesgo de que sean demasiados bajos. Determinar la concentración mínima de oxígeno óptima para la conservación de frutas es todo un reto, ya que depende de varios factores, tipo de fruta, momento de recolección (maduración) y estanqueidad de la cámara frigorífica, entre otros. Todos estos factores influyen en el nivel de actividad de una fruta (es decir, en la actividad respiratoria de la misma). Normalmente, cuanto menor sea la concentración de oxígeno, más tiempo puede conservarse la fruta. Sin embargo hay un límite de concentración mínimo, en el que puede producirse fermentación, lo que tiene consecuencias directas en la calidad de la fruta. Por ello, generalmente se elige una concentración de O2 “segura” para la conservación, que suele situarse por encima del 1%. ¿Por qué Chile apuesta a la ACD? En Chile, la ACD ha sido implementada a nivel comercial hace cuatro temporadas, principalmente a través de tecnología de fluorescencia de la clorofila. Con ella los resultados han sido positivos, lo que les permitido guardar fruta hasta 10 meses. Sin embargo, en la temporada 2011/12 existieron algunos eventos de escaldado superficial en algunos mercados de destino.