María Dolores Goy, la única mujer que participó en la Convención Constituyente de Neuquén

“Entendemos que la aplicación de la medicina preventiva, asistencia adecuada y servicio social es imperativo de la mayor parte del territorio de la provincia. Tenemos una de las más negras estadísticas de mortalidad infantil de toda la república, que debemos borrar en el menor tiempo y a cualquier costo”.

Este es un fragmento del discurso que la militante radical y docente, María Dolores Goy, dio frente a los convencionales constituyentes el 27 de noviembre de 1957 cuando defendió el despacho de mayoría del capítulo de la constitución neuquina correspondiente a Salud Pública y Asistencia Social.

Las mujeres votaron por primera vez en el país en 1951, pero recién en 1991 se aprobó la ley de cupo femenino, que establece que las listas deberán estar integradas por mujeres en un mínimo del 30%, ya que hasta entonces pese a ser elegidas y a elegir, prevalecían las candidaturas masculinas.

Goy fue la única convencional mujer que resultó electa en los comicios del 28 de julio de 1957. El peronismo estaba proscripto y faltaban cuatro años para el nacimiento del Movimiento Popular Neuquino. La Unión Cívica Radical Intransigente, de la que ella era parte, fue la fuerza conducida por Arturo Frondizi que obtuvo mayor cantidad de votos: 38,23%. Se quedó con 10 de los 24 cargos en disputa.

“Loly” o “La Gallega” nació en Argentina. Con apenas dos años se fue a España, de donde sus padres eran oriundos. Según contó Beatriz Chávez en el tomo uno de su libro “Neuquén, crisol de historias y migrantes”, con el inicio de la Guerra Civil su madre la envió junto a su hermana Isabel de regreso a la Argentina.

“Mientras, sus padres lograban asilo en un campo de concentración para refugiados de guerra en Francia. De ese sitio sólo podían salir con pasajes para emigrar a otro país, por lo que Isabel y Loly, que contaban con 13 y 15 años respectivamente, comenzaron a trabajar con el objeto de reunir el dinero necesario para traerlos a la Argentina”, precisó Chávez. A Neuquén llegaría en la década del cuarenta.

La convención constituyente neuquina comenzó a funcionar el 28 de agosto de 1957 y el texto fue sancionado el 29 de noviembre del mismo año. En el diario de sesiones se consigna que Goy propuso las fórmulas de juramento, pero su intervención más extensa fue en la relativa a la asistencia social, ya que ella formó parte de la subcomisión encargada de la redacción.

Cuando se refirió a las mujeres no escapó de encasillarlas como madres, pero también las nombró como trabajadoras, por eso pidió que la constitución fijara la creación de guarderías: “Para la mujer en su condición de madre y de fuente de subsistencia que a tal fin deba abandonar el hogar, se ha previsto, ya que el último inciso de solución para el cuidado de sus hijos, las guarderías y comedores infantiles en las fábricas y talleres”.

De docente a dirigente política

María Dolores Josefina Goy, “Loly”, nació el 11 de noviembre de 1922 en Morón, Buenos Aires. Sus padres fueron inmigrantes españoles. La apodaban “La Gallega.”

Se casó con Darcy Enrique Mac Keon en 1943 y se mudó a Quillén, Neuquén. Tuvo dos hijos. Luego se trasladó a San Martín de los Andes donde desempeñó actividades comunitarias.

Fue docente de Artes Plásticas.

En 1957 resultó electa Convencional Constituyente por la UCRI y en 1958 diputada provincial. Este último cargo lo ejerció hasta 1962 cuando se produjo el golpe de Estado.

Entre 1965 y 1984 trabajó en el Tribunal de Cuentas provincial.

“Ella y su hermana Isabel trajeron al país a sus padres, que habían logrado asilo en un campo de refugiados de guerra en Francia”, Beatriz Chávez, autora de “Neuquén, crisol de historias y migrantes”.