El drama de la lluvia en primera persona

Las precipitaciones registradas hace dos días en la región generaron complicaciones a vecinos de la ciudad. Lorena, es una madre que vive en el barrio Los Hornitos, junto a su marido y su hija de un año y cada vez que llueve o corre viento padece las consecuencias del temporal. Próximo a su vivienda se encuentran sus suegros que también son afectados por las precipitaciones.

La familia se encuentra sobre calle Zaida a 200 metros de la calle Genco. Lorena es una joven de 22 años que vive junto a su hija de tres años y su marido. Cuenta con una vivienda hecha de ladrillos con paredes que aún no están revocadas. “Con la lluvia a las paredes se les cruza la humedad para adentro, no se puede salir a la calle ni a comprar ni siquiera porque te enterrás y corre el agua por los callejones. Y menos con la nena de tres. Es imposible salir”, contó Lorena que vive en el lugar desde hace ocho meses. Además agregó que por las lluvias “el hornito que tenemos para cocinar y la ropa se nos ha mojado toda, y se nos quemó los enchufes”.

Su marido hace changas de trabajos de albañilería y gas. “Con estos días es imposible que pueda entrar a trabajar por lo que no lo pueden buscar. Quedamos aislados”, expresó Lorena.

Detrás de su vivienda a casi tres metros una laguna formada por las lluvias se extiende casi 100 metros y rodea gran parte del terreno. El suelo tiene muy poco drenaje. Charcos y calles embarradas es un paisaje habitual en la zona. Lorena indicó que otro de los problemas que tienen viene luego de las lluvias porque un gran número de mosquitos invaden el lugar por las grandes concentraciones de agua.

A 30 metros de su casa viven en otra vivienda sus suegros, Agustín y Norma. Son oriundos de Mendoza y residen en el barrio desde hace un año y medio. Actualmente ambos se dedican a vender pan y viandas para subsistir.

Agustín relató que están actualmente “pagando el terreno” e indicó que no han recibido ninguna respuesta desde el municipio porque le comunican que esa zona pertenece a Plottier. Pidió a las autoridades que “los caminos se arreglen para que pueda circularse, que nos ayuden con chapas buenas (no chapa de cartón porque las rompe el viento), que se tire algo para matar los mosquitos que se juntan con la laguna, y que coloquen la luz que nosotros vamos a pagarla”.

Por su parte, Lorena, señaló que necesita ayuda para comprar materiales para construir un baño: “La necesidad más grande que tengo es poder tener un baño. También material para poder revocar las paredes. Estamos pagando ahora lo ladrillos, ni siquiera pudimos empezar a pagar el terreno todavía”.

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