Secuestran un segundo auto en el robo al empresario de colectivos

El conductor del vehículo tenía el beneficio de salidas transitorias del Penal N° 1 de Viedma. Lo detuvieron en Bahía Blanca.

Un segundo auto fue secuestrado en el marco de la investigación por el robo a mano armada del que resultó víctima el empresario local, Luis Fredes. Además el conductor fue detenido y sería indagado por la Justicia de Bahía Blanca.

Se trata de Marcelo Coria de 34 años, quien habría salido del Penal N°1 de Viedma a principios de este mes, previo haber permanecido bajo el beneficio de salidas transitorias, según la información policial.

El hombre trató de evitar un control de efectivos bahienses e intentó darse a la fuga. Al ser detenido llevaba consigo 42.000 pesos y en el auto un cargador de pistola nueve milímetros con cartuchos, un bolso con ropa y una mochila.

Tras el robo calificado sufrido por el empresario Luis Fredes -propietario de la firma de trasporte de colectivos de larga distancia que une la Comarca Viedma Patagones con Buenos Aires y el Alto Valle- se inició la investigación policial que incluyó la revisión de las cámaras de seguridad ubicadas en los puentes que unen las dos ciudades. En una de ellas se habría observado el paso del Peugeot 308 gris que fue secuestrado en la calle Berutti del barrio Zatti de Viedma el mismo lunes del hecho y detrás de éste se habría detectado al Astra patente GLU 295 registrado en Lanús, provincia de Buenos Aires interceptado en Bahía Blanca.

Este hecho se produjo cerca de las 14 del lunes en la vivienda de Fredes ubicada en el radio céntrico de Patagones. Cinco hombres armados derribaron la puerta de ingreso y en forma inmediata le apuntaron a la cabeza del empresario, su esposa y dos hijas que no alcanzaron ni a levantarse de la mesa donde almorzaban.

Los delincuentes que actuaron a cara descubierta exigían la entrega de las cajas fuertes, inexistentes en la vivienda según aseguró el empresario. Si bien Fredes detalló que le llevaron joyas de oro y el dinero que tenía en el bolsillo, la suma no sería escasa como el empresario describió. En la denuncia policial figurarían varios miles de pesos como lo sustraído en este hecho que sigue siendo investigado.


Un ruido semejante a una explosión interrumpió el almuerzo familiar. Y antes que se pudiera asociar ese estampido con la destrucción de la puerta de madera, matrimonio e hijas, tenían un revólver en la cabeza que portaban los cinco desconocidos que habían ingresado en forma violenta a la vivienda ubicada en pleno centro de Carmen de Patagones.

“Las cajas fuertes, las cajas fuertes !!!” pedían sin parar, recordó Luis Fredes propietario de una empresa de transporte de colectivos de larga distancia que unen la Comarca Viedma Patagones con Buenos Aires y el Alto Valle.

Detalló que él mismo los acompañó a recorrer toda la casa para demostrar la inexistencia de cajas fuertes y le entregó el reloj que llevaba puesto, cadenas y anillos de oro que encontraron al revolver los cajones y el dinero que llevaba encima que “no era mucho”.

Los delincuentes también se apoderaron de los celulares existentes en la vivienda pero lejos de llevárselos, los destruyeron.

Tras el recorrido por la casa, Fredes fue atado de pies y manos por los desconocidos que actuaron a cara descubierta, quedando arrodillado sobre la cama matrimonial. El resto de la familia también fue maniatado y obligado a colocarse debajo de la mesa donde estaban almorzando.

El objetivo eran las cajas fuertes porque “no se llevaron computadora, cámaras fotográficas ni electrodomésticos”, señaló Fredes al destacar que actuaron tranquilos a pesar de portar armas de fuego.

Al margen del shock emocional que genera este tipo de hechos, ninguno de los integrantes de la familia resultó lesionado físicamente. Aunque Fredes puntualizó que sus dos hijas fueron abofeteadas, una al ingresar los delincuentes y luego la otra “porque gritaba mucho”.

A poco de ocurrido el hecho, a policías de Viedma que estaban de recorrida por el barrio IPPV les llamó la atención un Peugeot 308 gris estacionado en la calle Berutti con los vidrios rotos. Esta situación generó un llamado al 911 para chequear la patente y rápidamente se pudo establecer que pertenecía a una camioneta, así como que ese auto tenía pedido de secuestro por sustracción en la provincia de Buenos Aires.


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