Las mejores apps para viajar

Con los celulares convertidos en potentes computadoras de bolsillo, estos dispositivos son cada vez más un gran aliado a la hora de viajar. Son múltiples las situaciones que se pueden resolver y hacer más fáciles. Las ventajas son económicas, de confort y logística, pero también de acceso –a lugares, a gente–. A la vez, sirven para eliminar barreras impensadas como las idiomáticas.

La herramienta fundamental para usar las apps: un celular moderno y liberado que funcione con cualquier compañía, lo que te permite llegar a un país y ponerle un chip local con acceso a Internet (desde junio en Europa ya no habrá más roaming entre los países de la Unión Europea y Noruega, Islandia y Liechtenstein). Esto baja muchos costos, da libertad y nos da la posibilidad de ser eficientes en el uso del tiempo.

1. Aéreos: cómo hallar los más baratos

2. Hospedaje a la medida del viajero

3. Idioma: ¿qué dice acá: “你好”?

4. Gastronomía: ¿dónde y cuánto?

5. Registro: diario de viaje y fotos

6. Apuntes: ¿cómo organizarlos?

7. Libros y música: llevá todo sin cargar peso.

8. Social: conectados donde sea

9. Entrenamiento: se acabaron las excusas

10. Logística: ya no hace falta un GPS

Fotos: juan ignacio pereyra

Datos

¿Cómo encontrar el pasaje más económico desde Argentina a un país de Europa? ¿Es más barato llegar a Madrid o a Roma? ¿Salir a Europa desde Buenos Aires o San Pablo? Para planificar una ruta o elegir el destino más económico hay varias apps que permiten búsquedas abiertas. Por ejemplo: en el buscador se selecciona la ciudad de origen y en el destino luego se elige “cualquier destino” y en la fecha se escoge mostrar precios del mes completo. Con flexibilidad y tiempo, dos cuestiones esenciales para bajar costos al viajar, se encuentran muchas ofertas. Además, los grandes buscadores (SkyScanner, Kayak, Kiwi, Momondo, Almundo, Despegar) o las compañías low cost (Ryanair, Volotea, InterJet, EasyJet, Vueling) lanzan ofertas a las que solo se accede mediante las apps. Más ventajas: se eliminan los papeles y se gana tiempo porque desde la app se puede hacer el check-in y emitir la tarjeta de embarque electrónica, además de chequear el estado del vuelo e incluso adelantar el vuelo durante una escala.
Según el viaje que se quiera hacer, hay opciones de alojamiento para todos los intereses. La más popular y funcional en estos años es Airbnb. Permite llegar a rincones a los que nunca hubiéramos llegado: desde la casa de un campesino en la montaña hasta una habitación en un departamento en el centro de cualquier ciudad. La oferta es amplia (desde habitaciones hasta casas enteras y Bed&Breakfast) y el sistema de reseñas auténticas lo vuelve muy confiable. Luego están las apps más tradicionales como Booking, Expedia y Despegar (también ofrecen vuelos), aunque enfocados en hoteles y hostales. También hay opciones para viajeros de bajo presupuesto: intercambios de trabajo por hospedaje (Worldpackers), quedarse con anfitriones que ofrecen su casa gratis (Couchsurfing) o compartir una habitación con más viajeros (Hostelworld).
Lo que parecía ciencia ficción hasta hace poco, ya es realidad: la barrera idiomática dejó de ser un inconveniente para viajar a países (China, Japón, Corea, Rusia, Grecia) en los que su alfabeto resulta imposible de leer para la mayoría de nosotros. Acá, el rey es Google Translate: se puede tomar una foto (por ejemplo, a un cartel o el menú de un restaurante) y traducir en el momento el texto al idioma elegido. También es posible que uno diga algo en español y traducirlo a otro idioma. Además, está la opción de traducir textos. Todo esto nos permite salir de los circuitos más turísticos. Los viajes también son una gran oportunidad para aprender nuevos idiomas y practicarlos. Entre varias opciones, Duolingo es una excelente: se puede aprender a hablar, leer y escribir en otros idiomas; también entrar en grupos para competir con otros usuarios sumando puntos a través de los ejercicios.
¿Dónde comer las mejores tapas en una ciudad española y a buen precio? ¿Cómo encontrar el mejor restaurante de pescado en la zona en la que estamos? ¿Dónde desayunar? ¿Y una buena heladería? El sistema de reseñas y los rankings de TripAdvisor se convirtieron en una gran referencia en este sentido. A veces los gastos comienzan a ser más difíciles de controlar a medida que el viaje avanza. ¿Será caro o barato cenar por 200 pesos mexicanos? ¿Y desayunar por 10.000 pesos colombianos? ¿Almorzar por 1.000 rublos rusos? ¿O un plato de arroz por 100 bahts tailandeses? Una solución rápida, eficiente y confiable es el conversor de moneda XE.
Los viajes generan ideas y nos muestran realidades o paisajes que queremos guardar o compartir. Para todo hay una app disponible. Si nos dan ganas de hacer un diario de viaje con texto y fotos (Journie). Si querés armar listas (lugares que querés visitar, cosas que tenés que llevar en la valija, personas a las que le vas a traer regalos) y/o guardar anotaciones (un libro o una película que te recomienda alguien que recién conocés, una frase escuchada que te inspira) ya no hace falta andar con papelitos dispersos que se pierden y luego nunca encontrás; mejor tener todo un solo lugar (Evernote, Google Keep, GoTasks). Para compartir fotos propias y editarlas rápido o inspirarse con las imágenes de otros, ya es un clásico Instagram (además permite trabajar con video con otras apps como Hyperlapse).
Los viajes generan ideas y nos muestran realidades o paisajes que queremos atesorar. También demandan organización. Así que si querés armar listas (lugares a visitar, cosas que tenés que llevar en la valija, personas a las que le vas a comprar regalos) y/o guardar anotaciones (un libro o una película que te recomienda alguien que recién conocés, una frase escuchada que te inspira, un nuevo emprendimiento que se te ocurre) no hace falta andar con papelitos y anotadores dispersos que se pierden y luego nunca encontrás; mejor tener todo ordenado un solo lugar (Evernote, Google Keep, GoTasks).
Los viajes suelen ser momentos ideales para leer y escuchar música. ¿Llevamos “Todos los cuentos” de Carver? ¿“El hombre que amaba a los perros” de Padura? ¿Los diarios de Abelardo Castillo? ¿“La vuelta al mundo en ochenta días” de Verne? ¿Y si me aburro de todos estos y me dan ganas de una novela de Isabel Allende? Los libros en papel son hermosos pero pesan demasiado para meterlos todos en una valija (y en una aerolínea low cost es fundamental ahorrar peso) así que una opción es Kindle (hay una app disponible, más allá del libro electrónico). Para escuchar música hay varias opciones de streaming (Spotify, SoundCloud, Deezer, Google Play). Ah, ¿y cómo identificar de quién es la canción que estamos escuchando en un bar de Dublín? Para eso sigue estando Shazam.
Ya hace tiempo no hace falta gastar un montón de plata en llamadas de línea para mantenerse comunicados con familia y amigos.
Se han impuesto las populares apps Skype y Whatsapp para llamadas de voz y mensajes para los que sólo se requiere contar con internet.
También hay formas de socializar en contextos o situaciones determinadas.
¿Diez horas de espera en un aeropuerto? TakeCoffe sirve para conocer gente, charlar, hacer contactos profesionales o tomar algo con alguien que está en tu misma situación: esperando el vuelo.
¿Conocer personas con intereses afines a los tuyos que están en el mismo lugar y al mismo tiempo? Tinder y Happn no son sólo para relaciones amorosas, cada vez más gente las usa para encontrarse con otras personas que están en su misma sintonía.
Los viajes son tan ideales para hacer ejercicio como para poner excusas de todo tipo para no hacer nada. Hay muchas apps (Endomondo, 8Fit, FitStar y Runtastic) que ofrecen desde rutas sugeridas para salir a caminar, correr o a andar en bicicleta en la zona en la que estás hasta diferentes rutinas de entrenamiento que no requieren pesas ni ningún tipo de accesorio. Además, es posible armar una dieta y se puede llevar un registro detallado de la actividad física (kilómetros recorridos, velocidad, consumo de calorías, tiempos, etc.).
Los mapas en papel quedaron en el pasado, casi tanto como el Tomtom. Al alquilar un auto ya tampoco hace falta pagar extra por un GPS. Maps.Me, GoogleMaps y Waze nos llevan de un punto a otro a pie, en auto, en transporte público y hasta en bici (incluso se pueden descargar mapas y no requieren conexión a internet). En cuestión de movilidad, un dolor de cabeza (y de bolsillo) suelen ser los taxistas en los aeropuertos o en lugares muy turísticos: ahí entra Uber, que en muchos lugares es legal y funciona muy bien (ahorra tiempo y plata, no hace falta tener efectivo, y es confiable).

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