Entrevista con Río Negro: Emmanuel Horvilleur trae «Pitada» a Neuquén

El ex Kuryaki se presenta este miércoles en el Casino Magic con su último proyecto el cual repasa parte de su obra solista de un modo muy particular con un registro audiovisual en el medio del campo, como respuesta al encierro en pandemia.

Apenas la puerta se entreabrió, Emma huyó al campo. Y allí, bajo un árbol de ese campo, mientras tocaba una guitarra al natural, intuyó que sería bueno tocar sus canciones a cielo abierto. El resultado de aquella intuición es “Pitada”, el disco y la película.   

Grabado durante los últimos meses de 2020 en un campo cercano a Luján, este trabajo en el que Emmanuel Horvilleur revisita parte de su obra solista no estaba en sus planes porque surgió de una liberación a la cuarentena cuando la pandemia del coronavirus dio un pequeño respiro.   

Como todo el mundo, el (¿ex?) kuryaki tenía otros planes para 2020. En su caso, la segunda parte de “Xavier” (2019), de la cual ya se conocía su primer single: “Raros”, en colaboración con su medio hermano Lucas Martí y León Gieco.   

Cuando la cuarentena dejó ver algo de luz, Emma huyó al campo. Y allí, bajo un árbol de ese campo, mientras tocaba una guitarra al natural, repensó su música. El resultado es “Pitada”: diez reversiones y dos temas inéditos tocados junto a trío en clave de folk conformado por Mariano Domínguez en contrabajo; Andrés Cortés, de Lo’ Pibitos, en guitarras; y Carlos Salas, colaborador de los tiempos de Illya Kuryaki, en percusiones varias.  

De vuelta a la ciudad, estas versiones al natural comenzaron un recorrido por diversos escenarios del país y que este miércoles, a las 21, harán escala en Neuquén para un show en Casino Magic (ver aparte). Será una “Pitada” ampliada, ya que esta presentación contará con teclados y la batería de Sergio Verdinelli, otro kuryaki de la primera hora.  

“Estamos presentando Pitada, que es la base del sonido que tienen estos shows”, dice Emma Horvilleur en un diálogo telefónico con Río Negro. “Le fuimos sumando integrantes y canciones. Es básicamente un recorrido por mis canciones desde mi primer disco ‘Música y delirio’ hasta algunas nuevas canciones”.  

Si bien no será exactamente el sonido del disco tal como se lo escucha (y se lo ve), se mantiene en el vivo el costado natural, primal, de las canciones, “tocadas con un motor humano”, en palabras del propio músico.  

El proyecto Pitada, cuenta Emma, surgió como una respuesta a la pandemia, “una hibernación obligada que nos hizo pensar mucho, sobre cuales eran pasos a seguir no sólo con la música, sino con nuestras vidas”.  

“Y un día, tocando la guitarra bajo un árbol, se me ocurrió que podía ser reinteresante hacer algo acá, con estas cosas de llevar las canciones a la naturaleza y, su vez, a la propia naturaleza de esas canciones, a cómo eran en un principio”.   

Cuando Horvilleur dice “acá” se refiere a un campo de la provincia de Buenos Aires muy cercano a otro muy cercano a sus afectos. La locación elegida para hacer “Pitada” se encuentra muy cerca del campo al que Emma, su familia y la familia Spinetta solían habitar en verano cuando eran niños. Allí, junto a Dante y al resto de la prole Spinetta-Martí, se conectaba con la naturaleza. Algo, o mucho, de eso, hay en Pitada: un retorno a lo natural en medio de una pandemia que aún mantiene en vilo el tipo de vida global que la humanidad eligió (o no) vivir.  

De vuelta a “Pitada”, Emmanuel supo que tenía una idea, pero faltaba la decisión. Y cree que, no tanto la idea como sí la decisión fue lo genial. “Porque muchas veces uno tiene ideas que pueden andar o no, pero la decisión de haber ido y haberlo hecho me parece increíble”.  

Pop telúrico. Goyo, de Bandalos Chinos, participó de la versión de “Llamame”.

Una vez tomada la decisión de, no solo huir al campo a respirar, sino de hacer algo con (o en) ese huir del encierro pandémico y urbano, Horvilleur, junto con la productora Qué Claridad (vaya nombre para la época y el espíritu del proyecto), se instalaron en el campo en cuestión y comenzaron a trabajar en las locaciones específicas y en cómo y cuándo iba a suceder cada canción.  

Así, Pitada, cuyas canciones fueron grabadas en el medio del campo y a plena luz del día, pero también a media luz, bajo un árbol, en plena noche e incluso dentro de la casa, está dividido en cuatro partes: Una Intro; luego sigue Horizonte, con “Soy tu nena”, “El hit”, “Tostado” y “Radio”. Con el paso de los temas fue cambiando la luz natural. Le siguió Árbol de Moras donde arranca el primer invitado, Bandalos Chinos para “Llamame” al que le siguen “Pitada” (uno de los temas inéditos), “1000 días”, “No como” y “Amor loco”, con la participación de Zoe Gotusso. Y, por último, La casa, con los últimos tres temas del disco grabados justamente dentro de la casa del campo: “19”, la canción de la originalmente participó Gustavo Cerati y que aquí interpreta Chiara Parravicini, “Ella dijo no” y “Cosa loca”, el otro tema inédito, con Evangelina Bourbon.  

“Pitada” es una obra que respira. Respiran sus canciones, los músicos, nosotros, todos. Es una obra que logra su objetivo como pocas veces lo consigue un disco. Acaso porque su objetivo trascienda lo musical para ofrecernos aire, cielo y luz en tiempos de encierro, oscuridad y angustia. 

El show en Neuquén: lo que tenés que saber

Dónde y cuándo: este miércoles, a las 21, en Casino Magic (Planas 4005, Neuquén).

Entradas: $3000 general individual.

Puntos de venta: Flipper (Av. Argentina 179), Casino Magic. Por sistema a través de livepass.com.ar


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