A 50 años del Cordobazo un libro rescata a las mujeres de los márgenes

La obra compila 20 relatos de trabajadoras y estudiantes que participaron en las jornadas del 29 y 30 de mayo de 1969. La autora estará este martes en Neuquén.

-Esta es la negrita
Era la respuesta que le daban a Bibiana Fulchieri los trabajadores del sindicato de Luz y Fuerza cuando les mostraba la foto de las mujeres que habían participado del Cordobazo, en 1969. No había registro de ellas con nombre y apellido.

Al rastrear los negativos en el gremio se topó con un hallazgo inesperado: “encuentro que eran sistemáticamente recortados los bordes de las fotos, y en los bordes estaban las mujeres. En primera línea, al lado de Tosco (Agustín), pero en el borde, en el margen, muy fácil de cortar cuando se edita la foto”.

Bibiana rescató a esas mujeres de la orilla y compiló sus historias en el libro “El Cordobazo de las mujeres”, de editorial Las Nuestras. La obra se presentará mañana (martes 6 de agosto), a las 18, en el salón Azul de la Universidad Nacional del Comahue, organizada por la Intersindical “Ni Una Menos Neuquén.” En la tapa, el que está a un costado, es Tosco.

“Las mujeres eran las grandes ausentes, pero un vacío tan fuerte que era un grito. El vacío que grita. ¿Cómo buscas la negrita? Hasta que identifiqué una mujer en un video. Era un dirigente bancaria, Nené Peña. A partir del relato de ella empiezo a buscar y se arma una bola de nieve”, aseguró la autora.

Hay un punto en común en todas: quienes militaban entonces siguen haciéndolo ahora. “Están en las mismas calles aún hoy con 70, 80 y 90 años. Todas sienten en su vida una gran bisagra. Una de ellas se fue de su casa el día del Cordobazo, porque su padre no la dejó ir a la marcha, por ejemplo. Ninguna se arrepiente de la vida que vivió, así haya sido con exilio, con desapariciones, todas sufrieron violencia desde el Estado”, agregó.

Algunas participaron en las jornadas del 29 y 30 de mayo, y otras lo hicieron inmediatamente después. En cuanto a la invisibilización que sufrieron estas mujeres durante cincuenta años, Bibiana afirmó que se trata de un proceso multicausal. “De haber entrevistado a tantas yo llegué a una conclusión personal: creo que no hubo una intencionalidad, ni un “maquiavelismo”: directamente no se las consideraba relevantes. Es una mirada patriarcal el porque no se las consideraba relevantes”, señaló.

El libro compila 20 relatos, un amplio abanico, que incluye desde estudiantes secundarias y universitarias de la Nacional y la Católica, hasta trabajadoras del sindicato del calzado, del vidrio, de SMATA (mecánicos y afines), docentes, bancarias, escritoras e hijas de dirigentes históricos, como Atilio López.

La autora remarcó el protagonismo de las trabajadoras de casas particulares, entre las que se destaca Sara Astiazaran. “Su voto fue el que decidió que el 29 y 30 de mayo fuera un paro activo y no un paro matero en los lugares de trabajo”, recordó. Destacó también a las empleadas de las fábricas autopartistas.

“Había muchísimas trabajando en la industria del vidrio, que era un sindicato espantoso, dicho por ellas. Las buscaban porque necesitaban una mano de obra de mucha precisión, de motricidad fina, porque hacían los “bulbitos” que iban dentro de los faroles y necesitaban mano de obra barata”, manifestó.


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