Alexia y Agostina, las guardianas del río Limay

Son profesoras de Educación Física y guardavidas. En el verano estuvieron a cargo del operativo de seguridad balnearia, que excepcionalmente este año, se extenderá hasta el domingo 4 de abril.

Este año la temporada de verano se extendió hasta el domingo 4 de abril, con un operativo de seguridad balnearia diferente en las costas del Limay.

Alexia Hale y Agostina Ardito son las coordinadoras de un cuerpo de guardavidas que llegó a las 130 personas este verano, debido a la extensión lineal de la zona de baño para favorecer el distanciamiento en la zona del río, en plena pandemia.

“Nos vamos preparando para el cierre, pero seguimos en la costa. En este tiempo hay muchas embarcaciones en el margen de la ribera que pasan por remolinos peligrosos, hemos tenido que asesorar a escuelas de kayacs y también hay mucha gente en actividades físicas”, destacó Alexia.

Con 11 temporadas a su haber en el río Limay, es la primera vez que ejerce la coordinación de sus compañeros, junto con Agostina. Afortunadamente este año no registraron personas ahogadas durante la temporada alta en las zonas balnearias. “En estos días hemos tenido mucho trabajo de prevención, varios niños lastimados y el trabajo en primeros auxilios”, destacó.

Por la pandemia

6.000
metros de costa habilitada hubo esta temporada para permitir la permanencia con distanciamiento social.

Alexia dijo que algo para coordinar en un próximo período, será el trabajo conjunto con otras áreas que también se ocupan de las emergencias de “código rojo”, como por ejemplo la realización de RCP. “Nosotras nos hacemos cargo no sólo de la ribera y la emergencia en el río, sino del exterior, y este trabajo que se hace afuera, nos quita un poco del alerta sobre el agua, es algo que tenemos que planificar mejor”, sostuvo.

Alexia explicó que hacer su trabajo sobre el agua es más fácil que el desafío de coordinar la tarea de los guardavidas en la temporada. “Salvar gente, hacer rescates y la dinámica de trabajo de zona segura es algo que todas y todos sabemos hacer: nos capacitamos para eso; hay margen de lo que hay que hacer en el río, no es un impedimento ni un desafío, sí el trabajo de coordinación de acciones”, comparó.

Dijo que en pandemia, se agregó a la labor acuática el cuidado de prevención de contagios al momento del contacto con una víctima, por ejemplo. “Utilizar bien los elementos de trabajo para buscar el distanciamiento en el rescate, usar adecuadamente el barbijo con 40 grados de calor, fue una preocupación más, planificar un poco más el rescate”, explicó.

Y asumir la coordinación junto con Agostina, estuvo dentro de los desafíos. Al ser dos mujeres a cargo de un grupo de 130 personas, se combinaron para tener a su cargo cada una, la supervisión de tareas de 64 guardavidas cada una. Hubo colegas que “nos abrieron la puerta”, otros que agradecieron la labor por exitosa y también se encontraron con quienes ofrecieron resistencia.

La oportunidad de trabajar en conjunto nos dio una visión integral del trabajo durante la temporada de verano».

Alexia Hale trabaja en los balnearios Río Grande, Albino Cotro y en Linares al fondo.

Sin embargo, en la coordinación de acciones “contamos con el compromiso que tenemos para con los guardavidas, es un buen recurso humano, hoy tenemos mucha gente en un trabajo de temporada (4 meses), por eso es importante trabajar con un equipo sólido y la comunicación es lo más importante. Es muy importante capacitar” en el resto de las tareas que no son específicamente las del rescate y la urgencia, dijo Alexia.

Mientras Alexia tuvo a su cargo el operativo balneario en la zona del balneario Gustavo Falher, Albino Cotro y la zona de calle Linares –frente a los clubes bancario y entrerriano-, su compañera se ocupó de Sandra Canale, Valentina y los nuevos sectores en calle Solalique.

“Se trabajó muy bien con un director que tiene muchos años de experiencia organizativa, igual que el subsecretario de Medio Ambiente; esto de incluir 30 guardavidas más y cubrir las zonas preventivas y las zonas peligrosas no habilitadas nos permitió un mejor trabajo”, sostuvo.

Agregó que así como fue “novedoso” poner a dos jefas mujeres, “la oportunidad de trabajar en conjunto, con un equipo de trabajo, nos dio una visión integral” del trabajo durante la temporada. “Con Agostina nos formamos en la dinámica de grupo y de trabajo, somos profesoras de educación física también, esta inclinación hacia la coordinación de acciones, fue otro trabajo; nos motivó para seguir capacitándonos y elevar el nivel profesional”, sostuvo.


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