Alternativa tiñó de celeste y blanco el gimnasio La Caldera

Unas 1.500 personas aplaudieron a Raúl Podestá y Jesús Escobar

NEUQUEN (AN).- Alternativa Neuquina tuvo un cierre en celeste y blanco ayer por la noche en el estadio La Caldera donde unas mil quinientas personas aplaudieron y vivaron a sus candidatos Raúl Podestá y Jesús Escobar.

«Acá no hay mercenarios, acá hay militancia. Si (Horacio) Quiroga o (Jorge) Sapag quisieran hacer un acto con militantes, creo que les alcanzaría con una cabina telefónica», gritó Podestá sobre el cierre del acto poco después de la 21.

El candidato de Alternativa neuquina fue crítico del gobierno provincial, del Movimiento Popular Neuquino pero sobre todo apuntó al secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli, el cerebro de Concertación Neuquina, y al candidato de esa fuerza Horacio Quiroga.

«Pareciera que para hacer política hay que tener padrinos, nosotros creemos que no es así, la política se hace con la militancia», dijo el intendente de Zapala quien remarcó que la filosofía de la fuerza pasa por distribuir la riqueza a la gente que trabaja.

Podestá se emocionó con los discursos que los precedieron, sobre todo con los que dieron las dos mujeres que encabezan la nómina de candidatos a diputados, María Soledad Martínez (su secretaria de Gobierno en la municipalidad de Zapala) y Paula Sánchez. El candidato las escuchó atentamente pero también buscó entre el público a su -por ahora- única nieta, Francisca, cuya cabeza se elevaba por sobre la multitud en las manos de su hija Mariana.

El acto al que todos fueron invitados a llevar banderas celestes y blancas tuvo mucho color y mezcló a distintos sectores políticos y sociales. Desde peronistas de la primera hora hasta referentes del Movimiento de Integración y Desarrollo, de radicales enojados con la conducción a líderes barriales. Y a muchos hombres y mujeres que conforman el Frente Grande, el partido a partir del cual Podestá logró desplazar a MPN de la intendencia de Zapala. Es por ello que, sobre todo Martínez, se encargaron de resaltar la gestión que tuvo en su ciudad, poniendo énfasis en la honestidad, la transparencia y la gestión. En ese particular escenario, no resultó llamativo ver al diputado del MID Ricardo Rojas mostrar la V de la victoria al mejor estilo justicialista mientras lo aplaudían los militantes de Libres del Sur agitando una bandera del Che Guevara.

Podestá y Escobar se encargaron de resaltar la importancia de esa pluralidad y en esa línea se encargaron de mencionar a cada uno de los protagonistas de la flamante fuerza política.

«Se va a acabar, se va a acabar, el Movimiento Popular», fue el canto que más fuerte que se escuchó en el gimnasio pero también sonó con bombos y novedoso estribillo el Himno Nacional Argentino.

Escobar antecedió a Podestá. Con un discurso emocional y mostrado dotes de showman describió la crisis de los 90 y sus consecuencias, criticó al modelo neoliberal y recordó a todas y cada una de las víctimas sociales de la provincia: Omar Carrasco, Pablo Ramírez, Teresa Rodríguez, Silvia Roggetti, Carlos Fuentealba y al desaparecido Sergio Avalos.


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