Ambos tenían restos de pólvora

ALLEN .- Los restos de pólvora que se encontraron en las manos de las dos personas fallecidas, generaron dudas acerca de quién había matado a quién.

Si bien aún restan terminar algunas pericias, anoche los estudios revelaban que Hilario Jerez habría ultimado a su esposa y luego se quitó la vida.

Por la tarde, por medio de las autopsias, se pudo confirmar que los cuerpos presentaban un disparo cada uno. La mujer tenía un tiro (realizado a muy corta distancia) en el centro de su pecho, y el hombre un orificio en la sien derecha.

Para la Policía el caso estaría esclarecido al haber determinado «homicidio seguido de suicidio». Pero se esperaba tener las precisiones del resto de los estudios ordenados.

Ayer, poco después de que los efectivos de la subcomisaría 76 tomaron conocimiento de las muertes, se constituyeron en la vivienda peritos del gabinete de Criminalística.

Luego, alrededor del 10.30, llegó en un vehículo particular el juez Emilio Stadler -a cargo del Juzgado 4- quien se retiró en poco tiempo porque lo llamaron para presenciar otro procedimiento. El magistrado dijo al salir que había ordenado «las pericias habituales».

Por el estado de shock en el que se encontraban, los hijos de la pareja no prestaron declaración ayer.

El subcomisario José Fuentes confirmó que se secuestraron las dos armas que había en la habitación con sus respectivos proyectiles. El revólver calibre 22 pertenecía a la mujer, y el 32 -con el que se efectuaron los disparos- a su ex pareja, Hilario Jerez. Según se supo, el arma utilizada estaba a una distancia bastante similar entre los cuerpos.

La inspección judicial no favoreció al detenido

ALLEN .- La inspección judicial que se realizó el jueves por la noche en la vivienda del «Nene» Rodríguez, permitió determinar que las circunstancias narradas por la madre de la víctima «son creíbles». Así lo reveló una fuente policial que participó del operativo.

Se supo que interesaba saber si Rosalía Contreras, madre de Rodríguez, había podido ver desde su casa al sospechoso a quien acusó como uno de los autores del homicidio.

«Por las características del lugar, se podía ver», aseguró la fuente.

El mismo jueves por la noche, cuando el juez Emilio Stadler se constituyó en el lugar del crimen, Contreras le ratificó a «Río Negro» todo lo que vio ese día; volviendo a incriminar al único detenido hasta el momento en el caso, Guillermo «El Mula» Páez.

«Los vi cuando salían corriendo», contó la mujer.

Dijo que cuando identificó a «El Mula», se dio cuenta que los «ruidos raros» que había escuchado en su casa tenían que ver con algo que le podía haber pasado a su hijo «El Nene» porque «el Mula lo había querido matar en mayo».

Cuando lo vio salir, afirmó que ella le gritó: «Mula hijo de mil putas».

«Tenía ganas de correrlo… Y de ahí se metieron en la casa del vecino», enfatizó la mujer.

Tal como anticipó «Río Negro», el jueves por la noche hubo un espectacular despliegue policial para concretar la inspección judicial en la casa donde fue asesinado Rodríguez, el 4 de julio pasado. Se temía un presunto «rescate» del detenido, que también fue llevado al sitio donde se preveía realizar una posible reconstrucción. Pero el sospechoso se negó a participar. El juez Stadler confirmó ayer que se realizó «una inspección» solamente.


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