Análisis: Quién invierte en la ciudad más poblada de Río Negro
La central modular de abastecimiento eléctrico para Bariloche, Termo Córdoba (ex-SoEnergy). Foto: Alfredo Leiva
Hace años que la advertencia fue lanzada: a Bariloche no le alcanza el volumen del suministro eléctrico para una demanda en constante crecimiento. Y, para colmo, es una provisión que depende de un solo tendido y es la punta del sistema.
La obra de la segunda línea de alimentación en 132 kilovoltios (kV) desde el norte está diseñada desde hace al menos 10 años. Como también permitiría darle interconexión a Villa La Angostura, la provincia de Neuquén hizo su parte y tiene ya los postes, los cables (algunos soterrados en una tensión de 33 kV) y una estación transformadora que no tienen uso.
Cuesta 16 millones de dólares hacer el nuevo tendido desde Pilcaniyeu. El gobierno nacional prometió varias veces que la obra está garantizada pero hasta ahora no hay novedades.
El Plan Castello del gobierno provincial repartió 300 millones de dólares en obras de infraestructura, pero Bariloche sólo recibió 30 millones, el 10%, para el polo tecnológico.
Ni los usuarios de Bariloche (y Dina Huapi) ni la cooperativa CEB están en condiciones de asumir el multimillonario costo de una solución.
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