Análisis

Perú lleva una semana de trabajo y Argentina empezará hoy. Paolo Guerrero le pidió permiso a la dirigencia de Flamengo para faltar al partido de liga y sumarse antes a la selección. Sergio Agüero se fue de Manchester a Amsterdam a ver a Maluma, terminó accidentado y se pierde la doble fecha de Eliminatorias. Dicen que iba a ser titular.

El mismo Guerrero afirmó al llegar a Lima que “van a ser los partidos más importantes de mi vida”. Los muchachos de la selección albiceleste no hablan con la prensa.

El equipo inca no juega un Mundial desde España 1982 (terminó 20°). Argentina no falta a la cita desde 1970, porque no pudo clasificar en la última fecha e las eliminatorias. ¿Contra quién? Perú. ¿En qué cancha? La Bombonera.

Ese fatídico 2-2 que dejó a la Albiceleste sin ir a México fue una excepción, un hecho aislado. Y eso es lo que busca Perú en el partido del jueves. Sabe que es inferior y por eso ajusta todos los detalles. Argentina, en cambio, parece tomarlo como un partido más. Recién hoy, 72 horas antes, meterá primera en Ezeiza. Jorge Sampaoli dispondrá trabajos livianos porque la mayoría tuvo actividad el fin de semana. Mañana, pelota y posible equipo. Y el miércoles, a cuidarse porque faltará poco para la “final”.

Así como Perú tiene que planificar todo de manera minuciosa para soñar con el golpe, la Albiceleste se sabe superior. En realidad lo es y ni siquiera debería sufrir para dar un paso clave a Rusia 2018. El gran problema es que no disimula ni un poquito esa supremacía.

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