Esta casa de 62 m2 de cara al lago en Bariloche despertó el efecto «quiero una igual»

El arquitecto Manuel Ciarlotti Bidinost construyó su casa sobre la margen sur del Brazo Campanario del lago Nahuel Huapi. Aquí cuenta el paso a paso de la obra sobre un terreno con 80% de pendiente y qué contestó a quienes le pidieron un proyecto como ese.

Casa M3 fue seleccionada en la categoría vivienda individual en 2024 en la Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires.

Para construir este sueño de 62 metros cuadrados en Bariloche tuvo que atravesar una negociación que por momentos se tornó compleja. Como arquitecto acostumbrado a tratar con clientes, Manuel Ciarlotti Bidinost sabe que es necesario invertir tiempo para captar su deseo profundo y así poder avanzar, darle forma, aunque en el intercambio haya debate y quizás algún capricho que eliminar. Así es ese ping pong en busca del equilibrio y el mejor punto de resolución en una conversación que incluye variables tan importantes como las complejidades que ofrece el terreno y el presupuesto. Esta vez fue diferente, porque el deseo era el suyo y también los caprichos y tuvo que negociar con él mismo: construiría su propia casa.

Un terreno accidentado, con 80% de pendiente.

La pensó abierta a amigos y colegas abajo, con un estudio montado en el espacio residual que dejaba la loma. Y con su espacio individual arriba. Allí, de cara al agua en ese paraíso de la Patagonia sobre la margen sur del Brazo Campanario del lago Nahuel Huapi, con un gran detalle a resolver para encarar la construcción: una pendiente del 80% en el emplazamiento. Y cuando fue necesario, los “arquiamigos” se pusieron a disposición para dar una mano en lo que hiciera falta para que el proyecto llegara a su mejor versión.



Casa M3 fue construida sobre la margen sur del Brazo Campanario del lago Nahuel Huapi,

Manos a la obra


En la memoria descriptiva el arquitecto explica que se trata de una obra que busca una fuerte relación tanto con el lugar como con los involucrados en el desarrollo del proyecto.

Integrada al paísaje patagónico.


En cuanto al lugar, señala, la obra se posa con fuerte oposición sobre la naturaleza en su condición formal, pero con un enorme respeto a ella y la forma correcta de convivir y manipular el entorno durante todo el proceso constructivo. “En cuanto a los involucrados se trata de una obra de mucha investigación respecto a los materiales y modos de empleo propios del lugar, un compromiso solidario entre el rol de arquitecto y el de constructor con grandes compañeros del día a día y tareas de aprendizaje en conjunto”, dice Manuel.


Construir en la pendiente

¿Cómo se resolvió el desafío de construir con una pendiente del 80%? “Se decidió fundar la vivienda con sistema de zapatas de hormigón armado individuales y columnas de hierro empotradas en las mismas para así poder tomar todos los imperfectos topográficos asegurándose el correcto nivel de fundación sobre estratos firmes”, describe.

Ciprés quemado en el revestimiento exterior.

“Este sistema resulta el de menor impacto, no solo permite la fácil y mejor adecuación al suelo apto, sino que también amplía su duración en el tiempo no interponiéndose en los flujos de agua producto de las grandes lluvias o deshielos de nevadas. Taludes y contrataludes servirán de refuerzo para encauzar el agua y evitar de forma natural la erosión del encuentro zapata-suelo”, continúa.

1500

a 1600 dólares a 1600 dólares es la estimación actual por m2 para construir una casa de estas características en Bariloche, sin incluir honorarios profesionales.

Pinos y cipreses

“Terminada la vinculación casa-suelo, emerge la otra gran etapa de la obra, la casa propiamente dicha hecha en estructura tipo Platform frame de Pino Oregon y revestimientos y estructuras vistas en ciprés. Para el revestimiento exterior se emplea la técnica japonesa Shou Sugi Ban (ciprés quemado), una gran apuesta en conjunto con los hermanos Delfino”, dice Manuel


En el interior trabajaron el ciprés “estilo sashimi”, bautizado así por el arquitecto en referencia al plato japonés de pescado cortado en finas láminas y la infinidad de tablas naturales empleadas en el proyecto.

El estudio en el subsuelo, en el espacio residual que dejaba la loma.

La estructura del techo se elabora mediante una cercha invertida de ciprés de múltiples piezas permitiendo cubrir la totalidad de casa sin la presencia de columnas. Se utilizan pequeñas secciones maniobrables que en su conjunto logran una gran capacidad portante y de arriostre.


Propuesta arquitectónica

Así la describe el arquitecto: “La casa está despojada de toda jerarquía logrando un espacio sin fragmentaciones; trabaja sobre una secuencia corta de recorrido fluido soportada en gran parte por el aventanamiento y la continuidad espacial que en todo momento busca recrear una única atmósfera homogénea nutrida del emplazamiento y sus particularidades”.




Mundo interior en la planta alta


La construcción le presentó un reto profesional. “Venía trabajando en distintos lugares de la Argentina y aun no en Bariloche. Me acababa de mudar hace unos años y apenas conseguí el lote empezó la pandemia y se frenó toda la actividad”, cuenta y agrega que en aquel entronces armó los equipos de trabajo para empezar apenas se pudiera.

«Por otro lado estaba el desafío de lo topográfico del lote, que es bastante accidentado y obligaba a trabajar de una forma bastante artesanal en el manejo de la tierra, para ir viendo dónde había rocas, dónde no. Era mucha pendiente para meter maquinaria y la casa era chica: no tenía sentido. Por los costos y por el destrozo que uno hace de la tierra cuando empieza a trabajar con máquinas. Entonces fue eso: dar con equipos de trabajo nuevos a los que estoy súper agradecido y muy contento de toda la gente que participó en este proyecto”.


“Quiero una casa igual”

El arquitecto bautizó Casa M3 a su vivienda, un juego de letras y números que alude a la inicial de su nombre y a las medidas: «Un cubo perfecto de 671 por 671 por 671 sostenido por unas patas metálicas», dice Manuel.


Cuando terminó su casa se acercaron potenciales clientes que le pedían una igual. “En un momento mucha gente quería una casa como esta y mi respuesta siempre fue ‘si te compraste un terreno igual, podemos pensar en una casa parecida, pero si no, no’: creo que los terrenos dicen cómo tienen que ser las casas. Entonces se generó una discusión sobre parecidos o sobre mi manera de trabajar. He hecho dos proyectos que están en la familia de las casas cubo con otros trabajos, pero no son idénticas a esta ni mucho menos”.

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Mini bío

Manuel Ciarlotti Bidinost (Buenos Aires, 1985) se graduó como arquitecto en la Universidad de Buenos Aires en 2013. Del 2014 al 2018 se desempeñó como docente de arquitectura en FADU-UBA. Durante los años 2011 a 2021 trabajó principalmente en el estudio BBC Arquitectos junto a sus colegas Luciana Breide y Ángela Bielsa. Actualmente reside en San Carlos de Bariloche donde trabaja de forma independiente en distintos ámbitos de la profesión.


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