Avalancha fatal en Baguales: la causa avanza despacio y en secreto

La Justicia no pudo determinar aún cómo fue la avalancha que le costó la vida a Agustín Crupi, amigo de Gastón Gaudio, dueño del complejo.

La investigación para esclarecer cómo ocurrió la avalancha que causó la muerte de Agustín Crupi la tarde del 2 de septiembre pasado avanza de manera sigilosa en Bariloche.

Desde el Ministerio Público Fiscal informaron ayer que la fiscal Betiana Cendón recibió días atrás el informe con las peritaciones que hicieron los especialistas, pero no revelaron ningún detalle de las conclusiones.

Explicaron que Cendón quiere observar “tranquila” el informe para después analizarlo junto a otros expertos en la materia.

Comentaron que la fiscal no adelantará ningún dato sobre el caso “hasta no tener toda la información relevada y analizada”.

Hasta que la funcionaria judicial no tenga toda la información sobre la mesa, no se sabrá si avanzará con la imputación contra alguna persona del centro de esquí donde ocurrió la muerte del hombre.

Crupi tenía 39 años y era amigo del extenista Gastón Gaudio, que se desempeñaba hasta ese momento como administrador del complejo que pertenece a la empresa Baguales Acquisitions SA. Se trata de una sociedad, cuyas figuras visibles son casualmente Gaudio y el catarí Abdulhadi Mana A Sh Al-Hajri, cuñado del emir de Qatar.

Las causas que desencadenaron la avalancha que atrapó a Crupi son una incógnita hasta el momento, como casi todo lo que rodea al centro invernal Baguales.

Ayer, RÍO NEGRO se comunicó con la ministra de Turismo, Cultura y Deportes de la provincia, Martha Vélez, para que informe si hubo alguna medida en relación al centro de esquí, que está ubicado a unos 60 kilómetros al sur de Bariloche. Sin embargo, se excusó de hablar del tema porque estaba ocupada.

Tras la tragedia con Crupi, Vélez afirmó que Baguales no estaba autorizado para operar, porque no había renovado el permiso. Tampoco podía estar en funcionamiento por las restricciones dispuestas por el gobierno nacional en virtud de la pandemia causada por el nuevo coronavirus. Justamente, el turismo está prohibido.

Baguales es un exclusivo complejo de esquí con un servicio premium. El grupo belga Burco desarrolló el centro turístico y hace dos años lo vendió a la firma Baguales Acquisitions SA. Funciona desde 2013 como emprendimiento de turismo activo y de aventura, en temporadas de verano e invierno.

La tarde del 2 de septiembre pasado, Crupi se encontraba en una de las laderas con un instructor de snowboard, que se deslizó supuestamente por la montaña cubierta de nieve virgen y después lo hizo el amigo de Gaudio.

De acuerdo con la información preliminar que trascendió en ese momento, cuando Crupi se deslizó se produjo presuntamente una avalancha de placa, que atrapó al turista.

Se desconoce hasta ahora cómo Crupi pudo aterrizar en Bariloche. Todo indica que lo hizo con un permiso especial otorgado posiblemente por alguna autoridad de un organismo nacional, porque la circulación de personas por el país está prohibida por la pandemia.

Decenas de vuelos privados aterrizaron y despegaron del aeropuerto de Bariloche en los últimos meses.

Además llegaron turistas en auto que pudieron pasar los controles en tres provincias gracias a los permisos obtenidos.

Muchos complejos hoteleros del cerro Catedral funcionaron de manera clandestina durante la temporada de más nieve.


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