Avispa de papel, una amenaza económica y ambiental

Una especie invasora y con poderosa picadura. Fue vista por primera vez en Argentina en la ciudad de El Bolsón. Suele pasar desapercibida por su similitud con la chaqueta amarilla.

Redacción

Por Redacción

Por Dra. Maité Masciocchi – IFAB (INTA – CONICET)

Polistes dominula, conocida como “la avispa de papel” es un insecto perteneciente al orden Hymenoptera, el cual incluye también a las hormigas y abejas. Por su coloración, es fácilmente confundible con las chaquetas amarillas (Vespula germanica y V. vulgaris), presentes en la Patagonia.
Los adultos de “la avispa de papel” pueden alcanzar hasta 2 cm de largo, presentan el abdomen alargado, una cintura muy estrecha, y poseen patas y antenas anaranjadas. Se denominan así porque el material del nido es de una especie de papel. Es originaria de Europa y el norte de África y actualmente está establecida en Asia, África, Oceanía, América del Norte y, en América del Sur (en Chile y Argentina).
El primer registro en Argentina fue en el año 2003 en la localidad de El Bolsón (Río Negro). Actualmente, debido a su expansión, la avispa se encuentra presente en las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut.
Es un insecto social que presenta hábitos típicamente peri-urbanos. Sus nidos generalmente son pequeños, aéreos y con las celdas expuestas donde es posible ver los huevos y larvas.
Es común observar varios nidos muy próximos entre sí, conformando en conjunto una colonia y se los encuentra frecuentemente sobre la vegetación o en sitios protegidos como, por ejemplo, aleros de techos, aberturas en paredes, etc.
Cada colonia está conformada por castas reproductivas (reinas y zánganos, machos), y castas no reproductivas (hembras trabajadoras). La reina es la encargada de gobernar e iniciar la colonia a mediados de la primavera, y la posterior postura de huevos. Cuando las larvas alcanzan su maduración (aproximadamente 40 días después de la puesta del huevo), nacen los adultos. Las obreras se encargan de las tareas de mantenimiento del nido y colecta de alimento; mientras que los zánganos emergen al final del verano, fecundan a las nuevas reinas y mueren junto con el resto de la colonia.
Las nuevas reinas fecundadas pasan el invierno en estado de hibernación en grupos formando una estructura similar a un racimo (llamada hibernáculo).

“Su interferencia con el humano es menor y su comportamiento es menos agresivo que la chaqueta amarilla”.

Dra. Maité Masciocchi – IFAB (INTA – CONICET)


La alimentación de las avispas de papel, se compone de proteínas (principalmente insectos y arañas), e hidratos de carbono (néctar de flores u otras soluciones azucaradas como jugos de frutas).
Un rasgo importante es que, a diferencia de la chaqueta amarilla, no posee hábitos carroñeros, por lo que no interfiere con las actividades humanas realizadas al aire libre durante los meses del verano.
El daño que esta avispa presenta está relacionado con su hábito alimenticio y su poderosa picadura. Al alimentarse de larvas de insectos, puede representar una amenaza para otras especies de insectos nativos de las áreas invadidas. Por otro lado, las avispas pueden cortar la fruta con sus poderosas mandíbulas, para alimentarse de ella. El daño físico a la piel de la fruta permite que microorganismos ingresen a la pulpa dando lugar a la podredumbre de la misma. Además, actúan como vectores de enfermedades, ya que son capaces de dispersar los microorganismos durante sus viajes de recolección, constituyendo así un daño directo e indirecto para la actividad frutícola.
Esta avispa posee, al igual que la chaqueta amarilla, un aguijón vinculado a una glándula de veneno. Ante algún disturbio o amenaza al nido, estas avispas pican como estrategia de defensa, pudiendo hacerlo reiteradas veces (no mueren luego de picar, como ocurre con las abejas).
Su picadura es dolorosa y puede ser muy peligrosa en casos de personas alérgicas. Sin embargo, es importante resaltar que, por no poseer un hábito carroñero, su interferencia con el humano es menor y su comportamiento es menos agresivo que la chaqueta amarilla.
El control mecánico consiste directamente en la eliminación o remoción de los nidos una vez identificados y cuando el nido aún está en formación, ya que su tamaño es pequeño.
El control químico, consiste en el uso de insecticidas. Existen varios productos que poseen fórmulas efectivas para el control de estas avispas, dado que sus nidos son aéreos y los individuos están expuestos.
Para controlarlas es recomendable actuar en horarios nocturnos y utilizar siempre los elementos de seguridad apropiados, protegiendo principalmente la zona que comprende las vías respiratorias.
Una vez controlada la población, los nidos restantes deben ser destruidos debido a que pueden ser re-utilizados.

Dato

2003
El primer registro de esta especie en Argentina, en la localidad de El Bolsón (Río Negro).

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