Baleó a un rotisero por la espalda para robarle
Salvó su vida por milagro. El tiro le dio en un brazo y sólo lo lesionó.El ladrón le apoyó el caño del arma en la cabeza, pidió el dinero y huyó.Ocurrió a las 7 de la tarde en el barrio Belgrano de Neuquén.
NEUQUEN (AN).- Un delincuente baleó a sangre fría a un comerciante por la espalda para robarle la recaudación y el dinero de la billetera, unos 400 pesos en total. La víctima salvó milagrosamente la vida porque el proyectil le atravesó un brazo, sin afectarle la parte ósea, y sólo le provocó una herida sin consecuencias. El asaltante desapareció, a pesar de que se montó un amplio operativo policial para dar con él.
«El balazo me hizo caer, pero no perdí el conocimiento. El tipo se me acercó, me apoyó el caño del revólver en la cabeza y me preguntó dónde estaba la plata. Le dije que en el cajón, que la sacara. Pero me dijo que se la diera yo, porque sino me mataba», relató Florencio Alarcón, el dueño de la rotisería «Santa Ana», de la calle Chocón al 1000, en el barrio Belgrano.
Con el brazo vendado pero sin dejar de atender a los clientes, Alarcón habló ayer con los cronistas del violento episodio en el que casi pierde la vida y que conmocionó a toda la barriada.
El atraco ocurrió alrededor de las 19 del viernes, cuando la víctima se encontraba solo en el local y había un movimiento importante de personas por el lugar.
«¿Tiene empanadas?», preguntó un falso cliente que no despertó la menor sospecha del comerciante cuando entró. Alarcón le dijo que sí, pero que esperara un segundo que se fijaría si tenía el aceite caliente, porque sino iba a tener que esperar unos quince o veinte minutos.
«Cuando me di vuelta para ir a la cocina sentí el disparo en el brazo y me caí entre los mostradores», contó el rotisero, quien desde hace dos años lleva adelante el negocio, con el apoyo incondicional de su mujer y sus dos hijos.
Añadió que el delincuente lo obligó a ponerse de pie, abrir la caja y entregarle el dinero, algo más de 200 pesos. Pero después le exigió que le entregara la billetera, donde tenía unos 150 pesos.
«Una vez que le di la plata dio media vuelta y salió caminando como si tal cosa. No pude ver si alguien lo estaba esperando, porque me preocupé por la herida en el brazo», contó Alarcón (48 años).
Dijo que el desconocido lo sorprendió por la innecesaria violencia que empleó, ya que le abrió fuego cuando se dio vuelta, aún cuando no le había pedido el dinero.
«Por supuesto que no me hubiera resistido. Sé cómo son estas cosas y no tiene sentido oponerse porque puede ser peor. Esta es la segunda vez que me asaltan», señaló.
Ante la consulta comentó que a pesar de que el año pasado hubo varios asaltos y robos en ese sector del barrio, actualmente no tenían mayores problemas.
Lo atribuyó a que se advierte una constante presencia policial, ya sea con efectivos a pie o patrulleros y camionetas.
«Precisamente, unos diez minutos antes de que entrara el tipo, había pasado un móvil policial y no había motivos para pensar en un asalto, porque veníamos con un panorama tranquilo», comentó.
Los vecinos también se mostraron preocupados por el episodio. «Porque para es demostrativo de que no podemos confiarnos en nada ni en nadie. Fíjese que este hecho ocurrió cuando todo el mundo está en la vereda, pero los delincuentes actúan igual. Uno ya no sabe qué hacer, porque pareciera que lo están vigilando para dar el golpe», dijo una mujer.
«El problema es la sensación de inseguridad que se instala en el ánimo de toda la gente. Mi hijos, que habitualmente están en el negocio, ya me han dicho que no están dispuestos a exponerse a situaciones como ésta. Y es comprensible», comentó Alarcón.
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