Critican el manejo “a control remoto” del juzgado federal de Bariloche

El juzgado federal de Bariloche hace casi 4 años que está sin timonel. El juez a cargo del organismo desde que se inauguró a principios de agosto de 1990, Leonidas Moldes, está de licencia porque integra el Consejo de la Magistratura nacional.

Para cubrir esa vacante, el Consejo de la Magistratura designó en mayo del 2016 al juez a cargo del Juzgado Federal 2 de Neuquén Gustavo Villanueva, que desde entonces subroga el Juzgado de Bariloche.

El juez de la Cámara Federal de Apelaciones de Roca Ricardo Barreiro sostuvo, en un reciente fallo, que se trata de una “tremenda deficiencia (.,.) este manejo a control remoto de un juzgado federal -anomalía impensable poco tiempo atrás pero que se ha naturalizado ante la indiferencia generalizada de quienes tienen altas responsabilidades para discernir sobre tan delicadas cuestiones-”.

Así lo planteó Barreiro en una resolución, que dictó el martes la Cámara, sobre una consulta del juzgado federal de Viedma, que se declaró incompetente para tratar un hábeas corpus que se presentó a favor de los jóvenes mapuches Fausto Jones Huala y Lautaro González, que habían pedido suspender las resoluciones dictadas por Villanueva, que ordenó su captura.

No es la primera vez que Barreiro advierte con mirada crítica esta situación. En una resolución del 23 de junio de 2016, en la causa “Prata” sostuvo, en referencia al nombramiento de Villanueva al frente del juzgado federal de Bariloche: “Dicha designación importa que una persona, de carne y hueso pese a su condición de juez, debe repartir su atención jurisdiccional, y el tiempo que ello demanda, entre dos juzgados separados por 430 kilómetros de carretera”.

“Lo que fatalmente acarrea que no pueda ejercer cabalmente su deber, como magistrado de la Nación, de ‘administrar justicia bien y legalmente, y en conformidad a lo que prescribe la Constitución Nacional’, deber impuesto al asumir el cargo”, sostuvo Barreiro.

“Y es así que el doctor Villanueva, como una consecuencia de esta improvisada manera de pensar el funcionamiento del Poder Judicial -sometiendo a los ciudadanos de Bariloche y a los de Neuquén a un juez “medio tiempo”, tal y como si sus derechos de acceso a la justicia valieran menos que los de cualquier otro habitante de la República- se ve obligado a suscribir “en el aire” las decisiones de mero trámite desde un lugar remoto, asunto que es del todo inédito pero que no provoca agravio a los derechos de las partes”, sostuvo en esa ocasión.

El Consejo de la Magistratura designó en mayo del 2016 al juez a cargo del Juzgado 2 de Neuquén, que desde entonces subroga el Juzgado de Bariloche.