Basta de lobby patoteril en la Fruta

La intención de esta carta de lectores es hacer una crítica en calidad de desahogo y llamado desesperado a la ética sindical, frente a una realidad muy cruel, donde los abusos de poder y abandono de personas es moneda corriente, de la cual no escapamos.

Hoy nuevamente me toca recibir todo el lobby patoteril y persecución de parte de punteros del Sindicato de la Fruta, ya que por ser parte de una agrupación que nos propusimos participar en las acalladas elecciones pasadas, con previas juntas electorales armadas por la misma calidad de individuos que hacen de punteros y monjes con espada, negaron la participación democrática y se autodesignaron ganadores como lista única de la cual aún no están oficialmente homologados como ganadores.

Aún así: firman los acuerdos paritarios, reciben presuntos flujos de capitales en concepto de reintegro a las obras sociales y compran edificios de características faraónicas como el “Hotel Allen” sin consultar a los afiliados, administración del sanatorio, ni hablar de los descuentos sindicales y de obra social que son 5% del ingreso de un obrero del empaque.

Acá me detendré a expresar el motivo de mi denuncia pública a la institución sindical en calidad de damnificado en el área de salud, donde se me niega asistencia odontológica, también turnos hace dos años con la excusa de la pandemia, sumado a la marcada bajada de línea por formar parte de una lista opositora electoral.

Compañeros cabecillas autoproclamados del sindicalismo burocrático: les dejo mis reflexiones para que sepan que esto siempre lo vienen haciendo y si lo repiten como en la actualidad el resultado de sus gestiones será igual o peor a las pasadas, donde siempre pierde el obrero temporario del Valle, un valle que tiene más de 120 años de cultura del trabajo.

¿Cuántos galpones cerraron, de los cuales hoy los actuales “barones de la fruta” surgieron de ahí como delegados para convertirse hoy en verdugos?

No intentó generalizar ni mucho menos tomar el pelo, ya que a veces a las renegadas y con la herramienta política del Ministerio de Trabajo resuelven en porcentajes muy menores arreglos a nivel de trazadas o bien lo que la realidad permitiese.

Alguien que actúe

En fin: ¿algún ente que actúe de oficio como el Inadi o algún provinciano con vínculos con el Ministerio de Justicia de la Nación, o bien la superintendencia de obras sociales ?

Que regule y genere las condiciones de derechos y obligaciones, donde se practique una pedagogía de la empatía como tiene el personal de salud pública, que recibe diariamente pacientes que las obras sociales dejan al libre albedrío de la muerte.

Basta ya de caretearla. Si un afiliado necesita cobertura se le debe dar, ya que es una devolución por las grandes arcas de dinero que nos descuentan y administran a su “piacere”, incluso más que las obras sociales privadas de relevancia elitista.

Por eso insisto que esta puesta en común desde el buen sentido común sea entendida en calidad de desahogo, ya que el destrato y bajeza de parte de personas con cierto poder que se cometen a diario, de tono amenazante, “patriarcales”, hoy están de más, sobran.

No las necesitamos no las toleramos. Reintegro sí, para los obreros y el Estado, no para comprar hoteles.

¿Quién invita un Martíni o un Rutini en agosto en la confitería de la instalación?

Pónganse a trabajar y que su egoísmo no invada la causa de sus vidas.

Violencia es vulnerar derechos y lo generan ustedes como institución…

Néstor Rodríguez

DNI 30.395.289

ALLEN


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