Basura (decreto 591/2019)

Mar del Plata

El valor de uso es caprichoso, un objeto pasa de ser útil a ser deshecho casi sin notarlo y las más veces sin haber modificado nada de si. La “vida útil” de los artefactos que producimos se reduce tanto ante la necesidad de quien los produce de retener la atención del usuario en su rol de cliente, que los objetos descartados invaden el mundo.


Bajo el mote de “basura” sustancias orgánicas, inorgánicas y de procedencia sanitaria o tóxica se acopian generando el mayor problema que afrontan los países desarrollados, ¿cómo deshacerse de ella? Exportarla a países pobres a cambio de algún beneficio es la solución puesta en práctica por los mayores productores de deshechos como EEUU.


China dejó de ser recipiente de este tipo de mercadería, principalmente plásticos para reciclar, en el 2017, obligando al gigante consumidor a buscar otros basureros externos, Argentina es una buena opción ya que nuestro actual mandatario le debe muchos favores a Donald Trump y como país pobre precisa ingresos, del tipo que fuere… basura incluida.

Por la procedencia y porque este país (EEUU) ya no otorga certificados de inocuidad y peligrosidad de origen requeridos por nuestra legislación, desde el poder ejecutivo el pasado 26 de agosto fue emitido el Decreto 591/2019 que modifica las leyes vigentes anulando la necesidad de presentar certificados que avalen la inocuidad del material que se importa.
Todas las alarmas suenan en Argentina y no en vano ya que esta caprichosa medida comprometería aún más a nuestro amenazado equilibrio ecológico y sanidad ambiental.

Una irresponsable decisión que, como legado de una gestión que termina, supera en aberración a toda deuda monetaria o social ya que compromete la habitabilidad a futuro mediato y lejano de nuestra casa.


Karina Zerillo Cazzaro
DNI 21.653.863


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