Boqueteros: Quieren desvincular a Forno con el testimonio de su madre

La testigo aseguró que los elementos que encontró la policía en un allanamiento, eran de su propiedad. Para la Fiscalía el relato de la mujer no fue creíble. La causa por asociación ilícita por varios robos en Cipolletti y en la región continúa mañana. Víctimas revelaron el modus operandi de la supuesta banda.

La madre del supuesto líder de la banda de boqueteros declaró ayer y aseguró que los elementos que la policía había encontrado en su casa en 2016 eran de su propiedad y que de ningún modo habían sido robado por su hijo. Mientras daba su testimonio se escuchó de fondo que su hija, quien la acompañaba y que es empleada judicial, le decía “no te olvides de la mesa y de las sillas”, indicaron fuentes judiciales. Para la Fiscalía su versión no fue creíble y terminó sembrando aún más sospechas sobre la participación de José “Chiqui” Forno en casi la veintena de robos que se investigan.

“El testimonio de la mujer -por la madre de Forno- no fue nada creíble porque hasta tuvimos que llamarle la atención a su hija para que dejara de soplarle qué era lo que tenía que decir”, señaló el fiscal Guillermo Merlo.

La declaración de la mamá de Forno estuvo centrada en acreditar que los elementos que se hallaron en su casa cuando la policía allanó el lugar eran suyos. Los investigadores apuntan a que una mesa, cuatro sillas, un par de zapatillas, un sommier y un colchón habían sido adquiridos por la familia a través de los robos que perpetró la banda. La mujer presentó ayer un escrito en el que acreditaba que los había comprado en 2011 en BlancoAmor, justamente uno de los lugares que fue robado. Lo curioso es que según fuentes allegadas a la causa, cuando fueron secuestrados en 2016, esos elementos, no tenía un “solo rasguño” y parecían “recién comprados” pese a que habrían pasado 5 años de haberlos adquirido. “Inclusive tuvimos que pedirle que deje de leer un papel que había llevado a la audiencia”, resaltó Merlo.

Violencia extrema

Los testimonios de los testigos han acreditado que parte del modus operandi de la banda era actuar con extrema violencia para sorprender y someter a sus víctimas. Así lo hicieron cuando ingresaron a la casa de un matrimonio de ancianos a quienes golpearon y amenazaron con matarlos sin no les entregaban una importante suma de dinero. “El abuelo estaba muy alterado cuando llegamos a su casa y estaba visiblemente golpeado”, indicó ayer uno de los agentes policiales asistió a la familia.

Las víctimas que han ido a declarar en el juicio coincidieron en que las personas que los asaltaron fueron muy violentas. Además pudieron reconocerlos en las audiencias. A eso se suma que dos acusados -Gustavo Curruhuinca y Franco Cisneros- terminaron pidiendo disculpas a los damnificados. El juicio seguirá mañana con más testigos.

Para la Fiscalía el testimonio de la mujer no fue creíble, “tuvimos que llamarle la atención a su hija para que no le soplara”, aseguró un fiscal.

Son juzgados por 19 robos en la región

En mayo de 2016 se logró desbaratar la banda después de un megaoperativo que se realizó en el Alto Valle. Son 16 las personas que están siendo juzgadas y se les atribuye haber perpetrado 19 robos violentos en la zona. El supuesto líder es un exempleado judicial, José “Chiqui” Forno. Su modus operandi constaba en ingresar a los comercios a través de boquetes, que realizaban en los techos. También robaban viviendas con mucha violencia.

Datos

Para la Fiscalía el testimonio de la mujer no fue creíble, “tuvimos que llamarle la atención a su hija para que no le soplara”, aseguró un fiscal.

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