Bosque nativo en Neuquén: una reforma polémica y el error de la forma

El fallido intento de aprobar una modificación de la ley de Bosques reabrió el debate sobre el manejo de miles de hectáreas forestales en Neuquén. El avance de proyectos inmobiliarios alertó a ambientalistas y comunidades mapuches.

La provincia de Neuquén tiene una suerte de semáforo en unas 165.000 hectáreas de bosque nativo. Los colores rojo, amarillo y verde (se agrega el naranja) permiten avanzar y parar la acción del hombre. Hace cinco años se hizo una (también no exenta de polémica) diagramación de los sitios intocables en la montaña porque el sentido común ubica a estos lugares como una esponja para absorber la humedad y mantener la estabilidad de las laderas. La intromisión humana no mide consecuencias y las caídas de piedras sobre viviendas y rutas, como ocurre ahora, podrían ser un serio peligro.


Al reasumir, el gobernador Omar Gutiérrez admitió como un error el fracaso en el tratamiento de los cambios en la ley de Bosques, aunque lo justificó en que debían cumplirse los plazos de actualización fijados por ley y en que hubo candidatos que le pidieron durante el año no avanzar en el proyecto. “Respeté el pedido que me hicieron y fui hasta el final del plazo legal que tenía”, argumentó.


Lo presentó a último momento con pedido de pronto despacho y todos (incluyendo a los diputados del MPN que ni se atrevieron a defenderlo) olieron que había algo oculto.


¿Qué se quiere cambiar? Según un relevamiento del Ministerio de Producción e Industria, la superficie de bosques nativos de la provincia creció un 9%. Se incorporaron unas 50.000 hectáreas de araucarias, ciprés de la cordillera y bosques de pie. El informe surge del proyecto de ley que pretendió modificar la ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos de la provincia. La ley nacional de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos prevé una actualización por lustros. La cartera del reconfirmado ministro Facundo López Raggi aseguró cuando presentaron el proyecto en la Legislatura que hubo reuniones en 12 localidades con organizaciones ligadas al desarrollo urbano.

Relató que se realizaron tres talleres: uno de participación, uno técnico con visita al campo para verificar lo planteado y uno de cierre, devolutivo, sobre el mapa local de bosques.
La ley en vigencia utilizó tres criterios ambientales para categorizar los bosques y ahora se utilizaron los 10 que propone la ley Nacional con una visión económica y social. La modificación se la “vendió” con la zanahoria de que se incorporaron 50.000 hectáreas a los bosques nativos de categoría 1, identificados con el color rojo, en un 86%. El incremento se debe a que aquellos bosques categorizados con el color naranja se incorporaron a los rojos, para unificar con la ley nacional, que solo prevé tres colores: rojo, amarillo y verde, según los valores de conservación.


De lo relevado se recabó que hay 165.000 hectáreas de color rojo, de las cuales 58.000 eran antes naranja. Los bosques nativos amarillos disminuyeron un 20% (son 115.000 hectáreas), ya que algunos también pasaron a rojo y otros se incorporaron a los verdes, por lo que los bosques de tercera categoría también registraron un aumento del 43%, con 1.526 hectáreas.
Se le da un protagonismo a los municipios con bosque nativo en su ejido municipal, que deberán presentar quinquenalmente una propuesta de ordenamiento territorial.


En los últimos días de noviembre, el ministro, la subsecretaria de Producción Amalia Sapag y el director general de Recursos Forestales, Fernando Román, fueron a la Comisión de Medio Ambiente de la Legislatura provincial. Allí indicaron que se incorporó al análisis lo que la ley nacional establece como “10 criterios de sustentabilidad ambiental” en contraposición con la ley 2780 en donde, a pesar de establecer 17 criterios para la evaluación, finalmente se habían analizado los bosques nativos en base a tres: cota, pendiente y matriz circundante. Como ejemplo se citó el caso de Primeros Pinos, que se incorporó a la zona roja y que antes estaba fuera. En la reunión se salió al cruce del caso de Chapelco, en San Martín de los Andes, que no termina de aclararse.

El gobierno dice que hizo talleres y que la sociedad está al tanto de los cambios. En Villa La Angostura se realizó un trabajo participativo de 12 meses en el Deliberante, el Consejo Consultivo local, consejos profesionales, las comunidades y vecinos.


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