Brasil proyecta déficit histórico y tiene récord de sepulturas

Brasil es un termómetro para la región, ya que los problemas económicos que allí se susciten tendrán repercusión en los países vecinos, incluyendo a Argentina, que lo tiene como principal socio comercial.

Desde el punto de vista financiero, la crisis por el coronavirus obliga a recalcular las proyecciones de cara a lo que resta del año. En este sentido, aumentó la previsión de déficit fiscal de 2020 al nivel récord de 5,5 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI). Esto implica un valor de 419.200 millones de reales, el equivalente a unos 80.000 millones de dólares, a raíz de la pandemia.

Los entierros en el mayor cementerio de América Latina, ubicado en San Pablo, la ciudad brasileña más afectada por el coronavirus, aumentaron un 45% en las últimas semanas. Además, por temor a la enfermedad las ceremonias de sepultura son de menos de diez minutos y con poca gente. Hasta ayer, Brasil tenía 359 muertes y 9056 casos confirmados. En este contexto, el presidente Jair Bolsonaro está enfrentado públicamente con buena parte del arco político de Brasil, como ocurre con su propio Ministro de Salud Luiz Mandetta, sobre quien ya declaró que le ‘‘gustaría echarlo’’.

El ministro de Salud trasandino, Jaime Mañalich, avisó que aplicará cordones sanitarios estrictos durante Semana Santa en la Región Metropolitana y en la sureña Concepción, para restringir la salida de personas de estas zonas urbanas.

El objetivo es evitar la propagación del coronavirus, que ya provocó 3.737 contagios y 22 muertes en el país.Según comunicó el gobierno, cuatro personas fallecieron en las últimas 24 horas, dos de ellas de la zona Metropolitana, una de la sureña región de Magallanes y otra en la región de Ñuble, 400 kilómetros al sur de Santiago.

De las cuatro personas fallecidas, “tres de ellas tenían enfermedades muy avanzadas crónicas’’, se informó. El ministro explicó que en las últimas 24 horas se registraron 333 casos nuevos, lo que significa un total de 3.737 contagios en el país desde que se detectó el primer caso el 3 de marzo.

Desde el 18 de marzo, Chile vive un estado de excepción constitucional de catástrofe por 90 días, decretado debido a la crisis sanitaria desatada por la pandemia.