Brote de hantavirus: la vida en Epuyén contada por sus pobladores

La pequeña localidad de Chubut está afectada con 24 casos confirmados del virus y 9 muertes. Sus habitantes evitan salir y si lo hacen deben llevar barbijo. Contaron a “Río Negro” cómo se vive el día a día.

“Toda esta situación es muy triste, murieron muchos chicos jóvenes. Solo esperamos que el virus no se expanda más”, relató con tristeza Sophie, una francesa que vive en el Epuyén desde hace 40 años.

La pesadilla para este pequeño pueblo de 4.000 habitantes comenzó el 24 de noviembre en una fiesta de cumpleaños que se llevó a cabo en un salón de eventos. Uno de los invitados asistió presuntamente infectado con el virus de hanta. Días después, la adolescente anfitriona de la fiesta se convirtió en la primera víctima.

El Ministerio de Salud de Chubut decretó el alerta sanitario por hantavirus y dispuso el aislamiento domiciliario de las personas que tuvieron contacto con los afectados por el virus.

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Desde entonces, murieron 6 mujeres (de 14, 30, 38, 64, 30 y 32 años) y 3 hombres (de 61, 72 y 16 años). Elías advirtió que “a nivel epidemiológico, se observa que el virus tiene mayor agresividad en las personas jóvenes: segunda, tercera y cuarta década de la vida” aunque aclaró que “no discrimina en edad. Afecta a personas de cero a cien años”.

Sophie describió las dificultades “para obligar a las familias que están en cuarentena a que no salgan o lo hagan con barbijo”. “Se sienten discriminados pero es un peligro. Uno toma precauciones: mantiene distancia, sale lo menos posible, se queda en su casa y no toma mate con cualquiera. No anda nadie en las calles. Aconsejan no acudir a la sala de salud salvo una urgencia”, sintetizó Sophie, al tiempo que aseguró que prefiere no seguir las noticias en los medios para “no amargarse más. A lo sumo, me entero por algún grupo de amigos de Whatsapp”.

Jorge Caprano, presidente del Concejo Municipal de Epuyén, reconoció que la comunidad “está muy compungida con el brote”.

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“Nos saludamos a cierta distancia con los vecinos. Es triste que cuatro o cinco personas acompañen el entierro de una persona fallecida. Ni siquiera los estamos velando. Hay contención psicológica pero la gente está retraída y no quiere aunque necesita hablar”, especificó Caprano.

Cuestionó que los barbijos que tienen filtro “se están cobrando 400 o 500 pesos. Poco más y hay que sacar un préstamo para comprar un barbijo. Pasó lo mismo cuando explotó el volcán chileno con los barbijos y el agua”.

“Desde el área de Defensa Civil recomendamos solidaridad, acotó Caprano, llamar por teléfono al vecino que está aislado y preguntarle qué necesita comprar para que no tenga que salir y evitar mayor contacto con otras personas. Por lo menos, hasta que pase este proceso de 40 días”.

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