Buscan rastros de los sicarios tras doble crimen

Peritos se encuentran cotejando las innumerables huellas halladas en la casa. Conmoción en la zona por la sangrienta matanza.

DOBLE CRIMEN EN CHICHINALES

Sólo el rastro que los perros siguieron hasta la ruta. Eso fue lo único que dejaron en su camino los asesinos de Juan Daniel Cabezas (55) y Andro Enrique Chaparro (24) quienes ingresaron a una vivienda de Chichinales el domingo a la noche y prácticamente decapitaron a una de las víctimas.

Una mujer continúa en estado delicado en el hospital de Villa Regina luego de recibir un corte en el cuello que sólo de milagro la dejó con vida.

El arma blanca utilizada no fue encontrada todavía y si bien se levantaron innumerables huellas del interior de la casa, resulta difícil que aparezca algún rastro de los sicarios.

El hecho sigue conmocionando a los vecinos de Chichinales y Villa Regina ya que difícilmente un doble asesinato de estas características pueda encontrar similitud en algún otro hecho policial ocurrido en la región.

Se calculan que pueden haber sido dos o tres sujetos los que ingresaron a la casa de Joaquín Segura 45. Tras exigirle la entrega de algo (podría ser dinero o droga) uno de los asesinos le introdujo el cuchillo en la boca y desde atrás le provocó un corte que le envolvió el cuello y terminó cortando la yugular. El filo del cuchillo prácticamente lo dejó decapitado.

Así murió Cabezas. El otro joven, que hace una semana había llegado proveniente de Chile, recibió un certero cuchillazo en el pecho que lo dejó sin vida en sólo cuestión de segundos.

La compañera de Cabezas también recibió un corte similar al de su concubino en el cuello aunque ella logró salvar su vida ya que en medio de la matanza, el asesino no logró cortarle la yugular. Está internada en el hospital y en estado delicado.

Una segunda mujer logró refugiarse en el baño pero no alcanzó a ver a los asesino. Ahora está bajo custodia policial.

Los investigadores lograron levantar varias huellas del interior de la casa y ahora se encuentran en pleno proceso de investigación para saber cuáles pertenecerían a las víctimas y, en todo caso, determinar si los asesinos dejaron alguna.

Se sabe que llegaron a pie y que luego los “levantaron” en la ruta 22 ya que hasta allí llegaron los perros de la División Canes que siguieron los rastros.

La búsqueda se amplió varios kilómetros para tratar de hallar el arma homicida aunque los policías tampoco lograron encontrarla.

Redacción Central


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