Cannabis medicinal: una herramienta que se abre paso entre mitos y prejuicios

Con el aval creciente de la ciencia, el uso medicinal de los derivados de la marihuana está desplegando un arsenal terapéutico esperanzador para el tratamiento de numerosas enfermedades.

Cuando se habla de “cannabis medicinal” habitualmente se hace referencia al tratamiento de enfermedades y dolencias con productos derivados de la planta de la marihuana, una nueva herramienta terapéutica con características propias.


El empleo de cannabis medicinal es algo tan novedoso que, además de sedimentar el conocimiento recientemente incorporado, nos exige actualizarnos y sumar nueva información prácticamente a diario. Es una nueva herramienta que presenta muchas propiedades y nos brinda a los profesionales un gran abanico de posibilidades que merecen ser divulgadas en la comunidad y también integradas al arsenal terapéutico.

Actualmente, la literatura médica avala la indicación de cannabis medicinal como parte de tratamientos de personas con epilepsia, espasticidad de la esclerosis múltiple, lesiones cerebrales y medulares, parálisis cerebral, autismo, dolor oncológico y no oncológico, Parkinson, síndrome de las piernas inquietas, temblor esencial, Tourette, ELA, Alzheimer y diversos tipos de demencias.

También puede ser indicada en pacientes con síndrome de fatiga crónica, depresión, insomnio, esquizofrenia, trastorno de ansiedad generalizado, estrés postraumático, asma bronquial, hipertensión arterial, diabetes, obesidad, osteoporosis y calambres menstruales, entre otras dolencias.

¿Cómo se perfilará a futuro esta nueva especialidad de la medicina, la endocannabinología? ¿Se empleará la planta entera, las moléculas naturales aisladas, productos sintéticos? ¿Se indicarán fórmulas magistrales? Probablemente se evalúen todas estas alternativas y muchas más.

A nivel científico, hay innovaciones constantes y cada vez tiene más usos.


A nivel científico, estamos atravesando un momento muy particular porque, a la par del redescubrimiento de esta antigua planta y de sus propiedades, cada vez hay más publicaciones científicas que dan cuenta de sus novedosos usos y ha crecido exponencialmente la demanda de pacientes que buscan nuevos tratamientos para aliviar dolencias, y todo enmarcado en un contexto mundial de facilitación del acceso al cannabis medicinal.

Algo importante es saber que no hay un solo cannabis medicinal, sino muchos y muy diferentes. Cuando hablamos de esta terapéutica, nos referimos a una gran familia de productos con diferentes fórmulas químicas y farmacéuticas: existen aceites, tinturas, resinas o extractos, cápsulas, cremas y ungüentos.

También hay parches, soluciones para usar como sprays en la mucosa bucal, extractos botánicos para vaporizar a 160-200 grados (en vaporizadores), opciones hidrosolubles y sistemas de liberación prolongada para mejorar su biodisponibilidad, entre otras presentaciones.


¿Por qué no hay un solo cannabis medicinal? Porque su complejidad química haría imposible el empleo del mismo producto para todas las dolencias. El cannabis medicinal tiene unos 120 cannabinoides, además de otros 630 componentes entre terpenoides y flavonoides.

Los cannabinoides más conocidos son el CBD o cannabidiol, popular por su acción antiepiléptica, y el THC o tetrahidrocannabinol, que es el más polémico debido a su acción psicoactiva, pero también es muy valioso por sus múltiples efectos benéficos para la salud.

*Médico neurólogo y endocannabinólogo, Director del Instituto de Neurología Buenos Aires.


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