Carlos Bianchi, mucho más que un gran DT

Carlos Bianchi cumple 71 años. Logró reconocimiento masivo por una carrera como entrenador llena de logros, pero su recorrido como jugador en Vélez y Francia lo pone en la galería de los grandes delanteros de la historia del fútbol argentino.

La mirada colectiva sobre Carlos Bianchi, nacido un día como hoy hace 71 años, oscila entre lo reciente y el exitismo. Si bien se trata de el único entrenador que fue campeón del mundo con dos clubes distintos y en tres oportunidades, encasillar al Virrey exclusivamente en el rol de DT implica dejar afuera una historia gloriosa, aquella tuvo como jugador.

Desde 1967 al 1984 rompió redes a punto tal de convertirse en el máximo goleador argentino en torneos de primera división con 387 gritos. Hace poco, Lionel Messi lo superó en ese rubro. Tuvo que aparecer uno de los grandes de la historia del fútbol para destronarlo, pero el legado que dejó Carlos es muy grande.

Los argentinos con más tantos son: Messi 387 , Bianchi en con 385 y Alfredo Di Stéfano con 376, Delio Onnis (363) y Ángel Labruna (296). Con leer los apellidos que lo acompañan en el top 5, basta para tomar dimensión de lo influyente que fue.

Vélez disfrutó con sus festejos, esos que llegaban gracias al temible olfato entre el punto del penal y el área chica, el lugar preferido para marcar de Carlos. Con 206 goles es el máximo anotador de la historia del Fortín en sus dos ciclos en el club, donde fue campeón en 1968.
Hizo tanto ruido con su poder de fuego que el fútbol europeo puso sus ojos en él. Cabe recordar que por aquellas décadas no era moneda corriente que los futbolistas argentinos llegaran al Viejo Continente. Los partidos no se transmitían como hoy y la única forma de llamar la atención para un delantero era a fuerza de goles.

Así lo hizo Bianchi, que en 1973 llegó al Stade de Reims y hasta el 77’ anotó 107 goles en 124 partidos. En tres de esos años fue máximo anotador de la liga y eso le valió que el Paris Saint Germain se interesara en él para tenerlo por dos temporadas, en las que totalizó 71 tantos en 80 encuentros y también se quedó con el premio en el rubro de los goles.

Luego pasó al Racing de Estrasburgo, para el que aportó 11 en 25 partidos.
A comienzos de los 80’ volvió a Vélez, pero en esos cuatro años todavía le quedaban cosas por decir. En tiempos en los que el fútbol argentino tenía pocos goles por partido, Carlos sumó 85 en 159 cotejos. Finalmente, decidió retirarse en Stade de Reims con los 8 tantos de la temporada 84-85.
Fueron 410 goles en 583 partidos, sumando los que anotó en su breve paso por la selección. Quedó lejos en el tiempo para muchos, pero Bianchi fue mucho más que un gran DT.

¿Podrá alguien igualarlo?

La carrera como DT de Bianchi es infernal. Su estilo práctico y efectivo lo llevó a la gloria con un detalle importante:ningún plantel había conocido lo más alto antes de su llegada. Tanto en V lez como en Boca potenció jugadores que para otros hubiesen sido descartables.
Es decir, revalorizó futbolistas en un medio que
depende mucho de vender al exterior. Tanto el Fortín como el Xeneize le deben tanto respeto por los torneos locales, las Libertadores e Intercontinentales obtenidas, como por su enorme capacidad. Por las dudas, para los resultadistas, ganó títulos en todos los planos y llegó a ganarle a rivales de nombre pesado y lejos de casa. Las victorias sobre Milan (dos veces), Real Madrid y los triunfos en Brasil, son los más recordables.

El celular de Dios

El fútbol es un juego y como en cualquiera de su tipo, para ganar hace falta algo de suerte. Pero atribuirle la enorme cantidad de éxitos a la fortuna, en el caso de Carlos Bianchi, es una falta de respeto para el DT.
Tanto en Vélez como en Boca le tocó definir cosas importantes por penales y varias veces salió airoso. En otras, como la final de Libertadores 2004, no. Claro, venía de eliminar a River por la misma vía.
Como el balance le dio positivo casi siempre, parte la prensa utilizó la metáfora del ‘‘celular de Díos’’ para indicar que el entrenador tenía una cuota de azar extra a su favor.
En Roma y Atlético Madrid no le fue bien. Su último ciclo en Boca tampoco fue bueno, ya con un plantel de bajo nivel y Riquelme en el ocaso de su carrera.
Bianchi hizo sonar el celular con su simpleza, inteligencia y lectura táctica. Por eso será difícil que alguien emule su carrera como DT.


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