Por una nueva ley de salud mental

Fabián Wotnip

La ley de Salud Mental en Argentina no es humanista: es destructiva.Fue escrita desde el prejuicio y el discurso de odio. No buscó proteger al paciente, sino deslegitimar al psiquiatra. Ignoró décadas de ciencia, avances en psicofarmacología, neurociencias, el genoma humano y la bioética. Desconoció la tradición hipocrática y el principio de benevolencia que rige toda medicina.

Convertida en consigna ideológica, esta ley atacó a los hospitales neuropsiquiátricos, persiguió al profesional, negó la internación como recurso y abandonó al paciente vulnerable en nombre de una “libertad” que no es más que desamparo.

El resultado es trágico: desprotección total, médicos acusados falsamente, ciudadanos desatendidos, y una medicina mental vaciada de recursos, autoridad y dignidad. La solución no es eliminar la ley, sino ponerla en manos de psiquiatras. Con ciencia, clínica, humanidad y verdad. Porque sin psiquiatras, no hay salud mental. Y sin salud mental, no hay país.


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