Ultrajes

Mario López DNI 11.233.474

CIPOLLETTI

No importa cómo lo fraccionemos al tiempo, en años, meses, semanas, días, horas, minutos. Creo que el día es la mejor unidad para esta reflexión, porque en cualquier momento del día puede sacudirnos el ultraje al que somos sometidos por ese grupo de personas que ahora han popularizado como casta política. Tan argentinos como nosotros, pero que viven decididamente en otro país, en uno de maravillas.

El comportamiento de estos políticos podría ser una metáfora del antropófago.

Son antropófagos porque viven de nosotros. Son crueles y feroces para lograr su cometido y se alimentan permanentemente del más débil: la mayoría de nosotros, y en cualquier escala.

La muerte también los atraviesa porque a partir de sus decisiones, de sus negocios, de sus acomodos, de su hipocresía y cinismo, de su inutilidad para el puesto, de su permanente pensar en el poder a toda costa, hay gente que muere, y gente que es más pobre, menos educada, más violenta, menos esperanzada.

Este escenario es el ideal para ellos porque les permite reinar en el infierno, cuando más pobres e incultos, más dependientes, menos podemos cuestionar.

Sus artimañas, artilugios, puestas en escena, actuaciones, si no fuera que nos destruyen lentamente a todos, serían dignas de reconocimiento por su creatividad.

Cada día nos despertamos con un nuevo capítulo de esta saga de antropofagia, en la que un grupo privilegiado, absolutamente, hace y deshace con un solo objetivo: sobrevivir cada vez mejor a nuestra costa. No importa si eso nos hace desaparecer, lo trascendente es no desaparecer ellos.

Y esto no distingue poder, los tres, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, cada uno con su estrategia tienen enquistada a este grupo de políticos que siguiendo los principios fundamentales de la naturaleza desde hace millones de años, tiene los objetivos claros: sobrevivir y reproducirse. Lo único que crece desde hace 50 años sin prisa y sin pausa es esta clase de política bajo la sombra protectora de la Política, que como todo cuerpo en funcionamiento tiene que soportar las bacterias buenas y malas. Sabemos quién está ganando.

Llevamos más de dos años de pandemia, y muchísimos más de pobreza creciente. En este tiempo, ¿alguien puede atestiguar respecto a la casta, sobre algún renunciamiento al poder, a sus ingresos, a sus comodidades, a sus luchas por el puesto, a sus gastos pagos, a sus vacaciones eternas de legisladores, jubilaciones de privilegio?, ¿Mermó en algo la calidad de vida de ellos? No.

¿Es su preocupación actual la supervivencia de los cada vez más pobres y disminuidos o solo piensan en el 2023? ¿sentimos que se preocupan por la salud, la pobreza, la seguridad, la educación? o que solo les importa su juego preferido que incluye operar, trenzar, convencer, sobornar, traicionar, mentir, acomodar a otros para que le deban algo, crear una tragedia griega diaria para que consumamos sin posibilidad de modificar nada.

Nos están matando suavemente, como dice la canción, y consumiendo, aun estando vivos. Son unos desgraciados, sin vergüenza.

(Texto reducido)


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