Caso Dalmasso: Un joven de San Martín, testigo clave

Un joven oriundo de San Martín de los Andes se convirtió durante las últimas horas en una pieza fundamental para descifrar los enigmas del crimen de Nora Dalmasso.

Se trata de Andrés Peralta (23), amigo íntimo de Facundo Macarrón (20), imputado por el abuso sexual y asesinato de su madre, ocurrido en noviembre del año pasado en la ciudad cordobesa de Río Cuarto.

«Andy» Peralta es también sobrino del intendente de Villa Regina, Carlos Peralta, quien confirmó anoche en diálogo con «Río Negro» la relación de parentesco con el estudiante de abogacía en la Universidad Nacional de Córdoba.

El muchacho es hijo de un hermano del jefe comunal, que vive en San Martín de los Andes y que es ingeniero.

¿Por qué Peralta se transformó en un testigo clave para los investigadores del caso Dalmasso?

Sus declaraciones fueron las que permitieron avanzar en la hipótesis que ubica a Facundo Macarrón como el responsable de la muerte de su madre.

Peralta había dicho en sus dos primeras testimoniales que estuvo con Facundo hasta las 3 de la mañana del sábado 25 de noviembre, pero después dijo que se separaron a las 0.30.

El 16 de mayo pasado, Andrés Ignacio Peralta declaró por tercera vez ante el fiscal Javier Di Santo, profundizando entonces las sospechas sobre Facundo Macarrón. Peralta, según «El Puntal» de Río Cuarto, entre otras cosas, declaró: «Tal vez, para avanzar haya que hablar con Facundo, escucharlo bien… es una percepción mía, pero para saber más creo que sería necesario hablar y sobre todo escucharlo, tratar de comprender la compleja realidad y comprenderlo a él, sin hacer juicios apresurados porque tal vez él sabe mejor que nadie la verdad de todo lo que se está investigando, aproximarse mucho a lo que realmente pasó, a la verdad del crimen».

Sin embargo, ese testimonio está sospechado después de que Facundo denunciara «aprietes» contra su amigo.

«Pediremos que se anule el testimonio tomado a Andy (Peralta). Su declaración duró ocho horas, pero en realidad sólo habló una hora y media (…). Permaneció ocho horas para cumplir con una declaración testimonial documentada en una hora y media. El resto del tiempo es lo que habitualmente se llama 'ablande'», dijo el abogado Marcelo Brito, defensor del joven imputado.